Hebe Schmidt escribe en Perfil sobre esta taiwanesa que se crió en Buenos Aires, en 2002emigró a Madrid por la crisis económica y hoy asesora a unas 500 empresas chinas, da charlas y es una referente para empresarios y políticos españoles.

En los últimos diez años creó enEspaña diez empresas –con más de 500 clientes– a través de las que asesora a compañías chinas que invierten en Europa, y a empresas ibéricas que se adentran en el mercado chino. Y por esto se convirtió en la china más influyente en ese país y en una de las 17 más estratégicamente valoradas, en especial, por el gobierno chino. Pero aunque Julia Zhang nació y vivió en Taiwán hasta los 16 años, en 1979 se radicó con sus padres y hermanos en Buenos Aires, donde ya vivían sus abuelos.

Desde entonces posee nacionalidad argentina o mejor dicho porteña, ya que vivió en Caballito, Almagro, Palermo y Villa Crespo. Incluso hoy sus padres, que supieron ser dueños de un resaturante, viven todavía en Barrio Norte.

En 2002, Julia se radicó en Madrid, empujada por la crisis económica. Hoy, por su activismo en favor de la comunidad china en España, la conocen los casi doscientos mil chinos que allí viven; también políticos, empresarios, los reyes, periodistas y deportistas.  Participa en conferencias en universidades y en programas de radio y TV, y escribe artículos en los dos diarios líderes chinos que llegan a toda la comunidad de ese país en España. En la red aparecen más de once millones de búsquedas con sus datos y tiene millones de seguidores en dos redes sociales chinas: Weibo y Renren.

PERFIL dialogó con ella en Madrid. “Al día siguiente de llegar aquí, encontré un aviso en el que un estudio de abogados pedía una administrativa con inglés, español y chino. Me presenté y me tomaron. “Y a los cuatro meses, el dueño me ofreció asociarme, y aquí estamos. Hemos creado diez empresas con las que intentamos promover el intercambio comercial entre España y China, y dar a conocer la imagen de la comunidad china”. 

Hoy, Zhang es socia directora del Grupo Orient Consulting y preside la asociación cultural Nihao, cuyo objetivo es el intercambio cultural entre ambos países.

 —¿Usted es la tercera generación de chinos en Argentina?

—Sí, porque mis abuelos habían emigrado primero. Pero me situaría más entre la segunda y la tercera. Las segundas generaciones nos integramos más porque aprendimos a hablar muy bien el  español, fuimos al colegio con argentinos y hecho amigos argentinos.

De aquí y de allá. Julia es la cara visible de la  llamada “Generación T” o “Generación Transnacional”: jóvenes nacidos en un vértice de la Tierra pero emigrados y criadosen otras latitudes y que detentan la capacidad de desarrollar identidades, usos y costumbres de pertenencia, a diversas sociedades, en el contexto de un mundo cada vez más globalizado. 

“Yo me siento como un ser transnacional. Adoro Argentina, pero acá me siento en casa. China es un lugar importante para mí porque representa mi origen, pero por ahora me veo viviendo aquí”, explica Zhang. 

—¿Qué extraña de Argentina?

—El asado, por supuesto. La familia, los buenos amigos…

—¿Cómo se concilian las particularidades que tiene la cultura china al hacer negocios con empresarios españoles o argentinos?

—Con los empresarios españoles hay una relación de proximidad, siempre cautivados por la puntualidad, seriedad, la precisión y la capacidad de respuesta chinas. Con los argentinos hay algo muy especial: son muy proactivos, emprendedores natos, con gran empuje y energía de por sí. Y todas estas características se duplican en los argentinos expatriados. Son únicos.

—¿Cómo ve a la Argentina actual?

—Muchos chinos argentinos que emigraron en 2001 a España retornaron a Argentina debido a la crisis española.  Y muchos de estos amigos me comentaron que al regresar, se encontraron con que los amigos que se quedaron habían duplicado sus patrimonios, mientras ellos, debían comenzar de nuevo. Argentina tiene una tasa de desempleo que no llega al 8%; España, el 42. Creo que eso debe ser apreciado positivamente. 

—¿Qué hace en su tiempo libre?

—Hago voluntariado en una iglesia evangelista china, allí hago lo que haga falta, también toco el piano y canto.