El 29 de diciembre, en una sesión del Senado, el gobierno argentino aspira a aprobar los acuerdos firmados con China en el marco de la visita del presidente Xi Jinping el 18 de julio pasado. Como en los primeros días del año próximo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner podría viajar a China (publica hoy Ámbito Financiero) quiere que los acuerdos tengan para entonces el aval legislativo.

Son dos decenas de convenios que suman 7.500 millones dólares. En esa lista están las represas hidroeléctricas de Santa Cruz, trenes traídos de China y la remodelación del Belgrano Cargas. Fue en línea con el swap entre el Banco Popular Chino y el Banco Central por 11.000 millones millones una parte de lo cual  ya se aplicó en tres tramos.

También está el convenio sobre infraestructura donde se garantiza que se “aplicará el proceso de adjudicación más ventajoso que se utilice en programas de cooperación similares con otros países en relación con proyectos del sector público establecidos en el Plan Integrado”.

Y se agrega que “podrán efectuarse a través de la adjudicación directa siempre que estén sujetos a financiamiento concesional de la parte China”.

La nota y el proyecto