El subsecretario de Pesca, Miguel Bustamante, y el director general del Buró de la Pesca del MOA, Zhao Xingwu

Funcionarios argentinos y chinos abordaron en Beijing temas relativos a la capacitación en acuicultura, la resolución de autorización para la utilización de aditivos, las exportaciones de harina de pescado y nuevas inversiones en el sector pesquero-acuícola.

Durante la 5° reunión del Subcomité de Pesca China-Argentina, celebrada en el marco del Acuerdo de Cooperación sobre Pesca entre los ministerios de Agricultura, Ganadería y Pesca argentino y de Agricultura de la República Popular China (MOA), representantes de los dos países acordaron acciones tendientes a fortalecer cuestiones relacionadas con los asuntos sanitarios, con la cooperación y con el comercio de recursos pesqueros.

En el encuentro participaron el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Miguel Bustamante; el consejero Agrícola de la Embajada Argentina en China, Omar Odarda; y el director general del Buró de la Pesca del MOA, Zhao Xingwu.

China incrementó la demanda de langostino argentino en los últimos años, tanto en volumen como en divisas. Pero el Gobierno argentino destaca que, por encontrarse ese país en un proceso de reordenamiento de normativas y legislación vigente, existen diferencias de criterios en cuanto al uso de sulfitos por parte de las entidades intervinientes en el control de los productos pesqueros.

Por este motivo, Bustamante solicitó al subdirector general del Departamento de Inocuidad de Alimentos de China, Zhang Leishi, la habilitación correspondiente.

“Hemos sostenido una reunión que para nosotros es muy importante, casi diría fundamental para asegurar y aumentar, ante la creciente demanda de langostino desde China, nuestras exportaciones en el año 2015”, dijo el subsecretario.

“En la autorización del uso de aditivos en China intervienen distintos organismos con competencia diversa en el control sanitario de los productos pesqueros. Esta reunión nos permitió generar un mecanismo de relación directa que redundará en tranquilidad para nuestro sector pesquero exportador en general, y en particular, de langostino por el uso de metasulfito”, agregó.

En tanto, Bustamante y Xingwu coincidieron en la necesidad de promover la cooperación científica y tecnológica en materia de pesca entre la Academia de Ciencias de la Pesca de China y el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero de la República Argentina (Inidep).

Se prevé que esa colaboración se concrete luego de la firma de un convenio entre ambas entidades científicos en 2015, informó la Subsecretaría de Pesca.

En vista de que la acuicultura marítima y continental es considerada una actividad de gran potencial en la Argentina, el Gobierno argentino envió al Congreso de la Nación el proyecto de ley de Acuicultura que busca fomentar el desarrollo y agregado de valor en origen.

Por otro lado, China es el principal productor acuícola del mundo, con una producción cercana a los 50 millones de toneladas al año. Dada su gran experiencia en este sector, 17 técnicos de distintas instituciones argentina recibieron, a mediados de 2013, la primera capacitación en acuicultura en la ciudad de Pekín.

Con respecto a la solicitud de la Argentina para que se reduzcan o eliminen los aranceles vigentes para el ingreso de calamar (Illex argentinus) y langostino (Pleoticus muelleri) nacional al mercado chino, el director general del Buró de la Pesca pidió que el Gobierno argentino le envíe una propuesta concreta a tal fin.

En cuanto al tema de las exportaciones de harina de pescado, desde la Subsecretaría de Pesca explican que la Norma Higiénica para Piensos de la República Popular China, que regula el porcentaje de presencia de cadmio, fue concebida sobre la base del procesamiento del pescado entero. Y como en la Argentina la harina se produce a partir de las vísceras y restos de pescado, el nivel de cadmio en el producto terminado es más elevado. Por ello, la Subsecretaríapresentará un informe técnico con el aval y el respaldo del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y las empresas nacionales que producen harina de pescado, para que el Ministerio de Agricultura de China evalúe la situación.

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