En la cumbre del G20 (ver esta misma página) también la presidenta Dilma Rousseff avanzó en un acuerdo con China. Firmó un protocolo con Xi ya anunciado en julio durante la gira del mandatario chino por Latinoamérica para oficializar la liberación de la venta de carne bovina brasileña al mercado chino, que enfrentaba un embargo desde el 2012 debido a la sospecha de registro del mal de la vaca loca, en Paraná. La expectativa del Gobierno brasileño es vender carne por un valor de entre 800 y 1.200 millones de dólares al gigante asiático en el 2015.

Más información en Terra