Hacia la exportación de carne bovina enfriada y ovina patagónica
Por Laura Ricardo (*)
Dado el crecimiento exponencial que ha tenido China en los últimos tiempos, es de suma importancia la posición que ocupa Argentina en lo referido a la exportación de distintas variedades de carnes y analizar los obstáculos que enfrentan empresas y frigoríficos para concretar las negociaciones con el país asiático. A tal fin, el doctor Leonardo Malvestiti, director de Inocuidad de Productos de Origen Animal del SENASA, habla en esta entrevista para Dang Dai sobre distintos aspectos de la temática.
La exportación a China, dijo Malvestiti, tiene lugar desde antes de 2003, siendo el producto aviar el principal exportado. Pero a partir del 2010 en adelante se empezó a exportar lo que para Argentina es un subproducto, aunque para China es uno de los productos clave: garras de pollo. Hoy en día, informó el funcionario, “somos uno de los principales países exportadores de ese tipo de producto hacia China. También se exporta carne vacuna, en la modalidad de carne deshuesada y congelada”.
China es un mercado que está creciendo y demanda mucho más en dos aspectos: en volumen y calidad. Hoy en día se están tratando de hacer negociaciones para incorporar carnes enfriadas, dado que sólo se están enviando carnes congeladas, lo cual tiene un valor comercial más elevado, y también encontrar la manera de agregar mayor calidad con cortes de alta calidad, dijo el funcionario.
Preguntado sobre cuáles son los mayores obstáculos al mercado chino, Malvestiti responde que se pueden mencionar varias restricciones. Una de ellas está constituida por el sistema de incorporación de nuevos establecimientos argentinos para China. Es decir, “cuando se habilita o propone en otro país una lista de establecimientos, hay varias modalidades en los cuales los países aceptan que se exporte; en el caso de China el sistema utilizado está caracterizado por la visita de funcionarios de dicho país que deben evaluar los establecimientos. Este proceso justamente es tomado como un inconveniente por el tiempo que insume poder concretarlo”. Otro inconveniente, agregó, está dado por la adecuación a distintos cuerpos normativos, por ejemplo cuando desde el país asiático solicitan que los establecimientos locales posean un sistema de aseguramiento de calidad, conocido como HACCP, y el cumplimiento de una serie de normas denominado GBT, referidas a distintos requerimientos, normativa que los establecimientos argentinos deben cumplir si desean exportar a dicho país.
En cuanto a la evaluación o periodicidad de las visitas de los funcionarios chinos son bastante extensas (5 años), aunque también es cierto que se relativiza en función de la demanda y a requerimiento del país que desee importar.
Agrega el directivo del SENASA: “Estamos con un problema de comunicación dado que el informe final de la misión del año 2011 no está conciliado, lo cual no es favorable, existen establecimientos que se encuentran en stand by, es decir, necesitan tener la certeza, si van a poder exportar o no”.
China es un país al que todos quieren exportar, todos quieren vender y ellos, por supuesto, tienen requerimientos al igual que el resto de los países.
En relación a la cantidad de establecimientos habilitados, para poder determinar la magnitud o la posición de nuestro país, hay alrededor de 16 frigoríficos habilitados para exportar carne aviar y la misma cifra también para exportación de carne vacuna.
Respecto al nivel institucional y para poder determinar cuál es la organización, estableciendo cierto paralelismo con Argentina, en China existe un organismo llamado AQSIQ (Administración general de inspección y cuarentena), pero dentro de este se encuentra un área específica para el sector alimentario que es la CNCA, encargado de la registración de los establecimientos.
Al comentar las proyecciones del sector, resalta que “actualmente existen muy buenas relaciones, pero ambos tenemos nuestros propios pasos administrativos y ello en muchos casos burocratiza las negociaciones para lograr mayor acercamiento, al existir organismos intermedios y sumado a que las visitas son cada 5 años, dicha circunstancia retarda el proceso de negociación, sin embargo hay muy buena predisposición, por lo cual podríamos rotular al vínculo como una relación fluida pero con tiempos”.
También destaca, en relación a las proyecciones de exportación, que se pueden exportar muchos productos a China. “Debe tenerse en cuenta –sostuvo- que China tiene un programa de alcanzar el autoabastecimiento, pero en ese sentido Argentina, a pesar de que allí la población es muy numerosa, está muy bien vista para satisfacer la demanda. Existen muy buenas proyecciones, se están tratando de incorporar carnes de ovinos de la Patagonia, carne bovina enfriada y también carne con hueso del sur, libre de aftosa”.
Acerca de si actualmente hay un departamento en específico para China, responde que se encuentran técnicos dedicados 100% a temas vinculados con el estado asiático, pero no es un departamento, y aclara que tampoco hay aranceles diferenciados, pero sí cuotas privilegiadas, que se diferencian por la calidad en el producto. Por último concluye que “somos un mercado confiable y lograr una relación de confianza es indispensable”.
(*) Secretaria del Centro de Estudios Chinos – Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata. Especial para Dang Dai
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