Relato de un Si Fu argentino formado en Hong Kong

30 agosto, 2014

Daniel Dottore  es Si Fu e instructor de Kung Fu autorizado por el Maestro Teddy Lai –con quien se preparó en Hong Kong- a difundir su arte en Argentina, para lo cual da clases en una escuela de Villa Urquiza, en la ciudad de Buenos Aires. En esta nota, una versión reducida de la cual publicó la última edición gráfica de Dang Dai, cuenta su recorrido de aprendizaje en viajes a China y su admiración por las artes marciales. Escribe: “Enseñarles (a sus alumnos) que la verdadera esencia del Kung Fu no está en las competencias, los trofeos y los diplomas, reside en la humildad, el sacrificio diario y en respetar y honrar las tradiciones”. En Leer más, el artículo completo.

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El autor de la nota.


Viaje a una comunidad marcial

Por Daniel Dottore

Durante las décadas del 70 y 80, Shaw Brothers, Raymond Chow y Yuen Woo Ping popularizaron en Hong Kong el subgénero del cine de Kung Fu y catapultaron internacionalmente a estrellas de la talla de Bruce Lee, Jackie Chan, Sammo Hung, Alexander Fu Sheng, Gordon Liu, Chow Yun fat, Jet Li y Michelle Yeoh, entre otros. Conquistando y cautivando al mundo occidental con películas como Operación Dragón, el Templo Shaolin, Five Deadly Venoms y Drunken Master. Pero Hong Kong no es sólo la capital mundial del cine de artes marciales, también es la meca del Kung Fu auténtico. La contracara real de lo que usualmente vemos ficcionado en el cine. Una ciudad elegida por los más grandes maestros del pasado, que por consecuencia de épocas de hambre y guerra, emigraron desde el sur de China y otras provincias, estableciéndose y fundando  las más prestigiosas escuelas y asociaciones de Kung Fu. Motivo por el cual entusiastas de todas partes del mundo vienen actualmente a capacitarse y perfeccionarse, como es mi caso. 

Hong Kong es sin dudas una de las ciudades más importantes y deslumbrantes de Asia. Formada por una península y varias islas situadas en la costa sur del Mar de la China Meridional en elDelta del Río Perla, junto a la ciudad deCantóny Macao. Denominada oficialmenteRegión Administrativa Especial desde que el 1º de julio de 1997 el Reino Unido le transfirió Hong Kong a la República Popular China. Actualmente es una de las de las regiones más densamente pobladas del planeta, con más de 7 millones de habitantesen tan sólo 1.000 kilómetros cuadrados. Mongkok , el distrito en donde me hospedo, es el área de mayor actividad comercial, además de contar con una gran variedad de mercados callejeros, comercios y restaurants. Utilizo el subterráneo MTR para desplazarme y quedo maravillado al ver que aunque las estaciones principales tiene un inmenso caudal de gente, el sistema funciona de manera ordenada y precisa. El problema principal es la falta de espacio físico. En Hong Kong prácticamente no hay casas, solo edificios. Las plazas y parques públicos siempre están repletas de ciudadanos de todas las edades ejercitándose, jugando o practicando Tai Chi. Las atracciones turísticas son variadas y originales. Disneyland. La avenida de las Estrellas. El Buda Gigante. Ocean Park. El Monasterio de los Diez Mil Budas. El teleférico de Ngong Ping. El Mercado de las Damas. Pero nunca tengo mucho tiempo libre para disfrutarlas. Vengo a Hong Kong con el solo propósito de estudiar Kung Fu. Mi maestro se llama Teddy Lai (Lai Zhang Wah) y es uno de los más prominentes maestros de Kung Fu de Hong Kong. Dueño de una prodigiosa memoria y destreza marcial. Domina varios de los sistemas más poderosos del Kung Fu Tradicional y está vinculado a muchos de los maestros más prestigiosos. Estar ante su presencia es intimidante. A pesar de ser un hombre de baja estatura, el Maestro Tedy Lai irradia gran energía y poder. Cuando vine por primera vez y le expresé mi deseo de convertirme en su discípulo, el decidió aceptarme, pero antes me hizo jurar que nunca usaria el Kung Fu para lastimar a otras personas.  Mi maestro siempre me habla sobre sus maestros y los maestros de sus maestros. Me señala las virtudes de cada estilo y al oírlo me contagia su pasión por las tradiciones, la cultura y la filosofía. Con el tiempo descubrí para mi sorpresa que el maestro Teddy Lai puede ser muy exigente, serio y rígido durante los entrenamientos, pero luego puede volverse cálido, divertido y amigable. De Argentina conoce muy poco, pero siempre tuvo admiración por Diego Maradona y Gabriel Batistuta.

A  diferencia de otras artes marciales, en el Kung Fu nunca se utilizó un sistema de cinturones de colores para determinar el nivel de un estudiante. Antiguamente el discípulo que deseaba aprender, le solicitaba al maestro que lo aceptara bajo su tutela jurando lealtad, obediencia y un serio compromiso con el arte. Este pacto era sellado mediante la ceremonia tradicional conocida como Bai Si, que consistía en una reunión en la cual se comía y brindaba y el futuro aprendiz debía arrodillarse y hacer una ofrenda de te al maestro e intercambiar con el los tradicionales Hong Pao (sobres rojos que contienen dinero para la suerte). Luego, el discípulo era introducido en la familia marcial del Maestro e iniciado en los secretos del Kung Fu. Viví este emotivo ritual en Hong Kong, tal como se estilaba en tiempos antiguos y fue la puerta que se me abrió a un maravilloso nuevo mundo de cultura y tradiciones. A partir de este ritual a mi maestro debí llamarlo Sifu y a su maestro Sigung. Se considera una falta de respeto llamarlos por sus nombres reales. Cada miembro de la familia tiene un titulo y es muy importante que los recuerde todos. Sifu significa Padre Maestro y así es como debo dirigirme siempre al maestro Teddy Lai. Si Kung es el maestro de mi maestro y ocupa el rol de un abuelo. Si Mo es la esposa de mi maestro. Si Bak es el hermano mayor de mi maestro. Si Hing son mis hermanos mayores y se aplica a todos los discípulos que le juraron lealtad a mi maestro antes que yo. Como mi maestro aprendió numerosos estilos con diferentes maestros en diferentes épocas de su vida, tengo una numerosa familia marcial y en cada lugar que visitamos conozco a nuevos miembros. Generalmente no es usual que un maestro luego de enseñarle su estilo a un discípulo, lo autorice a aprender otro estilo bajo la tutela de otro maestro. A veces los maestros de Kung Fu pueden ser muy celosos unos de otros. Pero en el caso de mi Sifu, fueron sus mismos maestros quienes lo alentaron a entrenar otros estilos e incluso le escribieron cartas de recomendación. Esto habla muy bien de su kung fu y de su calidad como discípulo.  

El Kwoon es el salón marcial y es el lugar donde los miembros de una secta o escuela acuden a aprender el arte. El Kwoon de mi Sifu esta ubicado en el cuarto piso de un viejo edificio del distrito de Sham Shuei Po. Un área muy antigua que todavía conserva muchas de las viejas construcciones y nos muestra como era la Hong Kong de antaño. Al entrar uno debe hacer una reverencia ante el altar de la escuela o Sun Toi. El altar es un portal hacia el reino de los muertos y en China es habitual que cada hogar tenga su propio altar para ofrecer frutas e incienso a sus familiares fallecidos. En los Kwoon es común encontrar en el altar la figura del General Kwan, el dios protector del Kung Fu, junto a las fotografías de los ancestros del linaje. Como una de las especializaciones de mi Sifu son las armas, casi todas las paredes del Kwoon están ocupadas con armeros y artefactos de entrenamiento. Uno de estos elementos es el Mook Jong o Muñeco de Madera. Un artilugio popularizado en muchas películas y que consiste en un tronco cilíndrico de madera que representa el cuerpo del adversario, atravesado por cuatro listones que representan sus brazos y piernas. La ventaja de entrenar con el Muñeco de Madera es que en él se pueden ejecutar técnicas que son consideradas letales sin el temor de lastimarlo seriamente como ocurriría con un compañero. El Maestro Lai comienza a enseñarme una rutina de entrenamiento con el muñeco que pertenece al estilo Mantis Religiosa. Empiezo entusiasmado, pero luego de practicar los movimientos durante toda la tarde mis brazos comienzan a acalambrarse y a retorcerse de dolor. Mis nudillos se pelan ante el duro contacto y con cada golpe añado un nuevo moretón a mi colección. Pero no me quejo, el aprendizaje del Kung Fu es un camino pavimentado de sufrimiento y sacrificio y a veces puede llegar a ser muy duro y frustrante. Si uno no es paciente y perseverante tarde o temprano se quebrará.  Confío en que con el tiempo mis músculos y huesos Irán incrementando su dureza y resistencia, pero por ahora el Muñeco de Madera va ganándome.

Generalmente mis lecciones son dentro de nuestro Kwoon o en el Kowloon Park, pero algunas veces mi Sifu y yo subimos al tejado del viejo edificio del Kwoon en Sham Shui Po a entrenar. Es verdaderamente duro, porque el clima es demasiado húmedo en Hong Kong y el sol siempre parece resuelto a derretirnos. Cada vez que finalizo mi rutina, escucho a mi Sifu decir sistemáticamente ” Hacelo otra vez desde el principio”. Obedezco y vuelvo a comenzar, corrigiendo los errores e intentando dominar los complejos movimientos. Tengo la garganta seca y mi cuerpo esta empapado en sudor. Una anciana con una gran sonrisa y una enorme cesta sube a tender la ropa. Se queda un rato conversando con mi Sifu y contemplando mi entrenamiento. Esta  feliz de que un Gwai Lo como yo haya viajado desde tan lejos para aprender las antiguas tradiciones. Mi Sifu me cuenta que durante la década del 60 y 70 la mayoría de las escuelas de Kung Fu de Hong Kong estaban alojadas en los techos de los edificios. Allí tenían suficiente espacio para entrenar las rutinas de armas y llevar a cabo desafíos entre sectas rivales fuera de los ojos de la policía. Con el correr de los años los precios de los alquileres se volvieron astronómicos y las escuelas tuvieron que emigrar a lugares más accesibles. El Kwoon original de su Sifu Chow Wing Tak fue unos de los últimos en abandonar los techos y su ceremonia de cierre fue documentada en el programa Kung Fu Quest producido y transmitido por Nat Geo Channel.

A diferencia de occidente, en donde los maestros de artes marciales y las diferentes escuelas solo se reúnen en torneos o competencias, en Hong Kong la comunidad marcial es muy unida y los maestros y las escuelas se encuentran asiduamente en celebraciones y exhibiciones. En el famoso Kowloon Park todos los domingos se realiza un evento al aire libre llamado Kung Fu Corner o el Rincón del Kung Fu, que consiste en una exhibición gratuita de Kung Fu y Danza del León para la gente que visita el parque. Kung Fu Corner es una gran oportunidad para apreciar el crisol de estilos diferentes de Kung Fu que alberga Hong Kong. Mi Maestro es un frecuente participante de estas exhibiciones y le gusta también hacer que sus alumnos les muestren a los habitantes de Hong Kong lo que aprendieron con él. Esa misma semana nos lleva también a hacer una demostración de Kung Fu en una competencia organizada por la Federación de Danza de León de Hong Kong en un gran anfiteatro. A pesar de mi nerviosismo y de las miradas de más de 400 chinos logro ejecutar bien mi rutina de movimientos. También exhiben conmigo otros alumnos de mi maestro procedentes de Francia y Alemania. Luego de participar, nos sentamos en nuestra mesa a presenciar la competencia de Leones del Sur y del Norte. La Danza del León no solo es un arte ligado al folklore típico de Hong Kong, sino que además, esta fusionada a las escuelas de Kung Fu de manera inseparable. En Hong Kong cada escuela de Kung Fu tiene una troupe de Danza de León y son contratadas para brindar buen augurio y suerte en celebraciones e inauguraciones de comercios. En otra oportunidad asistimos al cumpleaños numero 70 del Gran Maestro Chan Fat San y al aniversario de la fallecida Madame Mok Gwai Lam, quien fuera la 4ta esposa del legendario Wong Fei Hung y además, Maestra de Kung Fu por derecho propio. En ambas celebraciones, organizadas en dos de los más prestigiosos restaurantes de Hong Kong, compartimos la noche con otras familias pertenecientes a otros estilos de Kung Fu. Al igual que la Danza del León, la comida y la bebida son cosas que nunca pueden faltar en una celebración de Kung Fu tradicional. Nos sirven los platos más exquisitos de la cocina cantonesa, junto con cerveza y vino libre durante toda la noche. Es el espíritu del Kung Fu tradicional en todo su esplendor. Exhibir tu arte, alentar al León de tu familia cuando hace su ingreso bajo el estruendo de los tambores, reír, cantar, comer, beber y brindar eufórico con tus hermanos del Kung Fu al grito de Gon Bui una y otra vez durante toda la noche.

Pero no todo es regocijo, aun tengo mucho trabajo por delante y más rutinas que aprender. Y como cada día, el Muñeco de Madera me espera en el Kwoon.  Mudo, inmóvil y carente de compasión. Lo golpeo una y otra vez y en mis antebrazos comienzan a formarse moretones nuevos sobre los moretones viejos. Confirmo que tiene bien ganado su apodo de “El Adversario Invencible”. Cada día mi Maestro me toma lección para ver si estuve entrenando y me enseña un grupo de movimientos nuevos que debo añadirlos a mis rutinas. Otras veces practico Manos pegajosas, una especie de combate libre con mi Sihing Mok Kin Wah, quien es más experimentado y corrige mis errores. A veces solo aprendo rutinas de puños y otras veces de armas tradicionales chinas como espadas, lanzas, sables, y dagas.  

En el día de mi ultima lección, antes de dejar Hong Kong y volver a Buenos Aires, mi Sifu me enseña una rutina llamada “El Mono Borracho se roba el Durazno”, es una serie de técnicas de combate basada en las acciones de Sun Wu Kwan, el mítico Rey Mono. Dominar la agilidad de un mono no es sencillo, y mucho menos de uno intoxicado por el vino. Debo saltar, rodar y caer una y otra vez por el duro cemento. Definitivamente me tomará muchos años perfeccionar correctamente esta rutina. Luego de esta lección y a modo de despedida, mi Sifu me invita a un pequeño restaurant en Yau Ma Tei y ordena té y Dim Sum. Mientras bebemos té de Jazmín me alecciona e instruye sobre Mo Duk, la filosofía de vida y la humildad que debe adoptar un verdadero practicante del arte. Soy un miembro de su familia y debo elegir cuidadosamente mis acciones. En mí está el poder de hacerlo sentir orgulloso o de avergonzarlo ante los otros maestros. Llevare siempre comigo el peso de su nombre y de su extenso linaje y deberé demostrar en todo momento que estoy a la altura de su legado. Así como él fue generoso al transmitirme su arte, deberé transmitirlo con la misma calidez y entrega a mis discípulos en Argentina. Enseñarles que la verdadera esencia del Kung Fu no esta en las competencias, los trofeos y los diplomas, reside en la humildad, el sacrificio diario y en respetar y honrar las tradiciones.

Estructura de una secta o familia en el Kung Fu 

??Si Zou o Ancestro Fundador

???Si Taai Gung o Maestro del Si Gung

???Si Baak Gung o Hermano Mayor del Si Gung

??Si Gung o Maestro del Si Fu

???Si Suk Gung o Hermano Menor del Si Gung

??Si Baak o Hermano Mayor del Si Fu

?? o ??Si Fu o Maestro

??Si Mo o Esposa del Maestro

??Si Suk o Hermano Menor del Si Fu

??Si Hing o Hermano Mayor

??Si Ze o Hermana Mayor

??Si Dai o Hermnano Menor

??Si Mui o Hermana Menor

??Tung Moon o Hermano de Secta

??Si Zat o Sobrino

???Si Zat Neoi o Sobrina

Curriculum del Maestro Teddy Lai (Lai Zhang Wah)  

En el estilo Wing Chun su Si Fu es el Maestro Cheung King Kong y su Si Gung es el Gran Maestro Ip Man.

En el sistema Hung Sing Choy Lee Fut su Si Fu es el Maestro Chan Shing Biu y su Si Gung es el Gran Maestro Leung Mang.

En el Boxeo de la Familia Hung  su Si Fu es el Maestro Chau Wing Tak y su Si Gung es el Gran Maestro Tang Fong.

En el Boxeo de la Mantis Religiosa de la Familia Chou Si Fu es Hang Ng y su Si Gung es el Gran Maestro Ip Shui.

En el Boxeo de la Mantis Religiosa del Norte su Si Fu es el Maestro Yuen Man Kai y su Si Gung es el Gran Maestro Wong Hon Fang.

En el Boxeo de la Mantis Religiosa de las 7 Estrellas su Si Fu es el Maestro Tse Wing Ming y su Si Gung es el Gran Maestro Guo Zi Shuo.

En el Boxeo Ultimo y Supremo de la Mantis Religiosa su Si Fu es el Maestro Tse Wing Ming y su Si Gung es el Gran Maestro Chiu Chuk Kai.

Conjuntamente, el Maestro Lai sigue aprendiendo con su actual Si Fu, el Maestro Tse Wing Ming, formas de Armas del Norte de China y el sistema nunca antes visto en occidente llamado Tit Hou Moon o Secta del Mono de Hierro. Su discípulo y autor de esta nota, el Sifu Daniel Dottore, enseña varios de estos estilos en Buenos Aires y es el primer y único representante del Maestro Teddy Lai en Sudamérica.

Categorías: Cultura

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