Francisco en Seúl, ayer, con la presidenta Park Geun-hye.

Washington Uranga, analista de temas religiosos, dice en Página/12 que aunque el Papa Francisco viajó a Corea del Sur, sus ojos “siguen apuntando hacia China, el verdadero objetivo vaticano para aumentar su incidencia en la región”. Señala que el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, trabaja intensamente en acercar a la Santa Sede a Beijing, luego de décadas de distanciamiento. Y recuerda que la Cancillería china emitió una declaración manifestando su disposición a trabajar para mejorar las relaciones bilaterales.

El artículo y notas en Clarín y La Nación