Hasta las 9 de la mañana de hoy lunes (ya noche en China) al menos 381 personas habían muerto en el terremoto de 6,5 grados en la escala de Richter ocurrido el domingo por la tarde en la provincia suroccidental china de Yunnan. 

El primer ministro Li Keqiang estaba en camino hacia la región afectada para supervisar las operaciones de rescate, dijo Xinhua. La información se agravaba a cada momento.

El fuerte seísmo se produjo a las 16:30 horas del domingo (hora de Beijing) con una profundidad de 12 kilómetros. El epicentro se situó en el poblado de Longtoushan, a 23 kilómetros al suroeste de Ludian, sede del distrito.

Medios estatales chinos informaron que el movimiento telúrico se sintió más fuerte en Yunnan, así como también en las provincias adyacentes de Guizhou y Sichuan.

Muchas personas salieron de los edificios hacia la calle tras el sismo, se cortó el suministro eléctrico y al menos una escuela colapsó, según Xinhua.

Más de 12.000 casas colapsaron y 30.000 sufrieron daños, agregó la agencia estatal de noticias china.

Las calles parecen “un campo de batalla tras un bombardeo”, señaló una vecina, de nombre Ma Liya . “Todo lo que alcanzo a ver son ruinas”, agregó.

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