Postales de la asociación

19 julio, 2014

Redacción de Dang Dai

Desde luego, la primera fueron los gestos entre los propios presidentes CFK y Xi Jinping. Pero también, en la cena de honor en el Museo del Bicentenario, otras fueron la charla concentrada y extensa entre el ministro de Economía Axel Kicillof y el número uno global del banco ICBC, Jiang Jianqing; el ministro de Agricultura chino Han Changfu sentado a la mesa con la presidenta de Madres de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini y las ministras Teresa Parodi y Cecilia Rodríguez, o ese símbolo: un granadero de San Martín sosteniendo la bandera roja de la hoz, el martillo y las estrellas. Algunas de las postales de la velada de anoche a la que asistió Dang Dai.


En los discursos, fuera del texto escrito y distribuido de antemano, Xi habló del acercamiento del Brics con la Unasur y elogió el “subcampeonato de fútbol” logrados, ambos, en Brasil. Y en lo más formal, refirió a San Martín como símbolo de “independencia y autonomía” y a Perón para decir que “la única verdad es la realidad” (para significar que “Argentina y China son sinceros países amigos de confianza mutua y buenos socios”). Y se detuvo en la coincidencia del día de cumpleaños de Cristina, 19 de febrero, con el del día del aniversario de relaciones diplomáticas bilaterales. La presidenta, a su turno, habló de Mao Zedong y de cómo él y Perón pregonaban la unión del Sur y la Tercera Posición, por el derecho de cada pueblo y cada sociedad a establecer sus propias formas de gobierno y desarrollo “sin injerencias externas”. Sobre eso, dijo, “pivotea el ‘milagro’ chino, que no es tal, sino obra de hombres y mujeres que apuestan por su realidad, aquí muchas no nos dejaron”, aludió cuando observó las inversiones chinas en trenes (Xi habló de los argentinos -80% de los del conurbano bonaerenses- que usan trenes chinos), que “en 1949 los fabricábamos” pero que el sector fue diezmado en las décadas siguientes. Llamó a no quedarse en el pasado y a mirar el futuro. Y defendió las ideas de planificación y rol del Estado.

En las mesas, se integraban visitantes con anfitriones: En la de los directivos del ICBC chinos, por ejemplo, estaban el banquero Carlos Heller y el titular de la AFSCA Martín Sabbatella, además de la cantante Marilina Ross; en la de los embajadores Gustavo Martino y Jin Hengmin, el editorialista de Página/12 Horacio Verbitsky y otros comensales; empresarios de la Cámara Argentino Chino con empresarios chinos (y el titular de la entidad, Carlos Spadone, abrazando al Cuervo Larroque, una imagen similar a la reciente del empresario Franco Macri aconsejando a su hijo acercarse a La Cámpora, tan demonizada en los medios); el pianista Horacio Labandera con empresarios orientales, o varios ministros (Agustín Rossi, Julio De Vido, Florencio Randazzo, Carlos Tomada o el vicepresidente Amado Boudou y el diputado Oscar Perotti, que preside una comisión legislativa de Amistad con China, con sus pares o colegas chinos). También, entre muchos otros, el titular de Diputados Julián Domínguez, varias veces viajero a China para afianzar lazos y tratar de lucirse comiendo con palitos, aunque alguien confió que la primera vez que lo intentó llevó todo el líquido lechoso que había dentro de una hoja de lechuga al pantalón de su traje.

En un salón lleno, donde se cenó una torre de vegetales de invierno sobre mozzarella fresca, jamón crudo y pesto de albahaca, luego gigot de cordero patagónico con hierbas, portobellos rellenos y vegetales, y de postre una “siesta de peras en pistacho y salsa de lima”, hubo show de tango y folklore conducido por Tom Lupo y actuaciones de la Orquesta Victoria, Adriana Varela y otros artistas y la mirada pensativa y estratégica, desde su mesa, de un Chino importante del gobierno, el secretario de Legal y Técnica Carlos Zanini.

CFK le regaló a Xi un caballo de polo y otro de silla a la esposa (cantante famosísima en China) del líder oriental, Peng Liyuan. En verdad les mostró las fotos de los animales (la yegua Oro Cristal y un padrillo semental, la primera oriunda de San Luis y el segundo criado en Campo de Mayo) donados respectivamente por las asociaciones argentinas de Caballos de Pollo y de Fomento Equino, que el ministro de Aricultura Carlos Casamiquela, sentado en una mesa de al lado con sus pares chinos, deberá encargarse de enviar, ahora que Beijing, como recordó la presidenta, abrió ese mercado para nuestro país. “Son excelentes ejemplares y reproductores”, le dijo Cristina a Xi cuando le mostró las fotos.

Lo del caballo fue también un símbolo. Este año, en el calendario chino, es del Caballo de Madera, “el signo de mi hija -dijo la jefa de Estado-, mientras que Máximo es Dragón, Néstor era Tigre y yo soy Serpiente, somos  diferentes y complementarios”, graficó con una metáfora sobre el tema de los signos que tanto gustan a los chinos mientras Xi sonreía, como hace casi siempre.

Xi y su comitiva también trajeron presentes al pueblo argentino y en su discurso el presidente de la segunda economía mundial  elogió que con CFK Argentina “está empeñada con sus condiciones nacionales, haciendo  frente al impacto de la crisis financiera internacional de manera proactiva y logrando mantener estabilidad y desarrollo económico y social. La íntima amistad borra la lejanía” entre ambos países, dijo. Ponderó el vino, la carne asada y, una vez más, el “mundialmente renombrado fútbol”. CFK se alegró de haber elevado el vínculo binacional a “estratégico integral para integrar todas las ramas de economía, cultura, infraestructura y otras áreas para acercar a China con Argentina. Y devolvió gentilezas mentando otro refrán chino que Xi había usado unas horas antes, en los anuncios de convenios: “Uno puede ir más adelante, pero muchos pueden llegar más lejos”.

Categorías: Política

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