La agroindustria, un puente entre sociedades
De cara a la visita que este mes harán al país el presidente chino Xi Jinping, ministros de su gobierno y 150 empresarios, ayer el Programa de Agronegocios de la Facultad de Agronomía de la UBA realizó un seminario donde se revisaron datos y perspectivas de la relación bilateral. Fernando Vilella, su director, citó cifras del experto chino Li Ninghui, de la Academia China de Ciencias Agrarias, según las cuales de aquí a 2030 el consumo de carnes en el país asiático crecerá en torno al 80%, contra 15% del de soja, con lo cual se abrirían nuevas posibilidades para los países ganaderos.
La jornada se desarrolló en la Fundación OSDE bajo el lema Argentina – China, la agroindustria como puente entre nuestras sociedades. Reflexiones ante la visita del Presidente Xi Jinping.
Según Vilella, que enfocó la producción de alimentos para un país cuyo proceso de urbanización y formación de nuevas clases medias avanza a ritmo sostenido, la autosuficiencia china, un lema de toda su historia, bajará del 99,6% en 2009 a 88% en 2030, abriendo un espacio para exportadores. El consumo de carnes en China es el doble en las urbes que en el campo, dijo (“menos arroz y trigo, más pescado, vacuno, cerdo, pollos”, graficó). “En China hoy el proceso urbanizador abarca a 20 millones de personas por año, unas ‘dos Argentinas’ cada dos años”, ilustró.
Las cifras del profesor Li señalan 79% de aumento de consumo de pescado –la principal fuente de proteínas de los chinos- de aquí a 2030, 75% en cerdo, 88% en pollos y 78% en vacunos. “Sólo en Asia, en ese año habrá entre 900 y 1.000 millones de personas que necesitarán importar alimentos cada día”, dijo.
También hablaron en el primer panel Félix Peña, de la Fundación ICBC, y Jorge Castro, del Instituto de Planeamiento Estratégico.
Peña habló del creciente rol de China en la economía mundial y sobre el rol de los académicos. Sobre lo primero, dijo que si en 1991 el peso del comercio chino en el mundial era cinco veces menos al de Estados Unidos, hoy lo ha equilibrado, tanto como con la Unión Europea. China, además, es tercera en el ránking de inversión externa directa mundial y “16.000 de sus empresas o agentes ya invierten en 179 países” (cifras recientes de CEPAL).
Sobre lo académico, alentó tres ejes de reflexión: Uno, pensar un mundo “multiplex”, donde hay múltiples opciones de comercio tanto para quien vende como para quien compra o invierte o busca inversiones, en un mundo cambiante y diverso que reclama innovar, organizarse y articularse. Dos, dar importancia a las cadenas de valor regionales y a la conectividad física (caso América Latina; pero también ver lo que pasa en Asia, donde Peña y el coordinador de la mesa, embajador Eduardo Sadous, llamaron la atención sobre los diez países ASEAN que rodean China, y con los que Argentina tiene gran complementariedad). Y tres, que los académicos se conviertan en guías sobre todo para las pymes que buscan llegar a esos mercados, con un enfoque multidisciplinario (no sólo económico) y alentando el buen funcionamiento del llamado triángulo de (Jorge) Sábato, la interactuación del Estado, el sector privado y la academia.
Castro, por su parte, reparó en la fabulosa expansión china como un dato irreversible y clave del siglo XXI. Duplica su PBI a ritmos incomparables al que lo hicieron otras potencias y, si bien su tasa de crecimiento luego de treinta años de ser más de 9% caerá a 7%, el consumo de su mercado interno seguirá elevándose. “Pasará de pesar 48% del PBI en 2010 a 66% en 2030, lo que abre posibilidades para proveedores como Argentina”.
Criticó los planteos de asimetrías y primarización económica para nuestra región por el reformateo que está produciendo China en todo el mundo, cuyo crecimiento el año pasado “descansó 56% en China”. Lo que hay, dijo, es “una nueva estructura global, una transformación del sistema capitalista e incluso del sistema de poder mundial”. Y reclamó que se atienda la sugerencia que hiciera el ex primer ministro chino Wen Jiabao cuando visitó el Mercosur en 2012 de ir estudiando la factibilidad de un Tratado de Libre Comercio, que incluya –dijo Castro- las “legítimas aspiraciones de Argentina y Brasil a su desarrollo industrial”.
En el panel siguiente hablaron María Beatriz Giraudo, de AAPRESID;
Gustavo Grobocopatel, de Los Grobo, y Gabriel Delgado, secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Entre muchos presentes, estuvo el flamante consejero Económico y Comercial de China en Argentina, Zhai Chengyu.
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