Mora Godoy, conmovida lejos de casa
“Hace poco me ocurrió algo muy conmovedor con el fanatismo en China. Me dijeron que me iban a hacer una despedida en un restaurant argentino carísimo. Fui vestida de manera normal, pero cuando me bajé del micro, tenía a cientos de fans gritando ‘Mola, Mola’, con cámaras de canales, gente vestida de largo, de fiesta, como si fuesen al Colon, los hombres de smoking”, relató la bailarina de tango a Ámbito Financiero.
“Primero no entendía nada, continuó la artista, después comprendí cuando me leyeron una carta, con traductor mediante. Me daban las gracias por introducir el tango en sus vidas, que yo era el motivo de inspiración, que gracias a mí habían abierto la primera escuela de tango, que lo único que esperaban era que yo llegara a China, lloraron, en fin, fue emocionante. Los hombres se acercaron, todos con un marcador, para que les autografíara sus camisas en el pecho. No sabía nada de esa idolatría, les hubiera dado una clase gratis”.
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