¿Crisis? Improbable
Changyong Rhee, director del Departamento Asia-Pacífico del Fondo Monetario Internacional, cree que la eventualidad de que China sufra una crisis financiera sigue siendo muy baja, según una nota de la agencia Bloomberg.El crecimiento chino se está desacelerando, los precios de las propiedades en algunas ciudades pequeñas bajan y hay compañías que comienzan a no cumplir sus pagos, pero el funcionario del FMI subrayó un número de razones que justifican su postura.
Por un lado, China le debe la mayor parte de su deuda a sí misma. Es cierto, la deuda del país –algunos cómputos ubican la suma de la deuda privada y gubernamental en el doble de su PBI- produce temor. Pero a diferencia de Tailandia o Corea del Sur antes de que estallara la crisis financiera de 1997, no ha pedido gran cantidad de crédito en el exterior en moneda extranjera. El monto total de su deuda externa es solo del 9% de su PBI. Esto significa que si la moneda china se deprecia, no causará necesariamente un aumento dramático en sus deudas ni generaría una bola de nieve de bancarrotas.
Por otro lado, la deuda estatal china es baja. Como muchos gobiernos de las economías avanzadas, Beijing tiene un déficit presupuestario. Pero ese déficit es relativamente pequeño: alrededor del 2.1% del PBI. Y la deuda gubernamental total –la del gobierno nacional y la más pesada de las provincias- llegan al 53% del PBI, de acuerdo al Bank of America Merrill Lynch, la mitad (por ejemplo) que la de EEUU.
En tercer lugar, la desaceleración china, como su economía, está centralmente planificada. China puede instruir a los bancos cómo prestar y a quiénes, y aún decirle a las grandes empresas cómo y dónde invertir. China necesita reducir su dependencia de las exportaciones e inversión en propiedades e industria pesada. Y también elevar gradualmente sus tasas de interés para deflacionar su burbuja crediticia, afirma Rhee.
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