Sigue la compra de alimenticias

12 junio, 2014

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“El interés de China por comprar productores de alimentos en el exterior aumentó a un ritmo récord en lo que va de este año. Eso refleja el mayor deseo de la clase media de mantener una mejor dieta”, escriben Scheherazade Daneshkhu y Arsh Massoudi en Financial Times.


Las fusiones y adquisiciones en las industrias de alimentos y bebidas representaron 17% del total de operaciones en China en lo que va del año, casi a la par del 20% del sector de energía, que tradicionalmente es el mayor generador de operaciones, según Thomson Reuters

Los blancos incluyen a la bodega australiana Hollick y al proveedor israelí de alimentos y queso Tnuva, además de los brazos comerciales de compañías que participan del flujo de materias primas agrícolas en todo el mundo.

China salió de compras un año después de que el productor de cerdos norteamericano Smithfield Foods pasara a manos de Shanghai Internacional (WH Group), en una operación por u$s 7.000 millones que sigue siendo la más grande realizada en el extranjero por una empresa china, según Thomson Reuters.

Zhizhong Yang, presidente y CEO de Nomura China, comentó: “La inversión extranjera china se está inclinando por el sector de consumo masivo, que crecerá a un ritmo mucho más rápido que otros sectores de inversión, incluyendo los recursos naturales”.

Estas adquisiciones tienen que ver con la transición que está atravesando China; de ser una economía exportadora hambrienta de energía, recursos naturales e infraestructura, pasó a verse impulsada por el crecimiento de su clase consumidora.

En un reciente informe especial sobre los cambios en el patrón del consumo de alimentos en China, el Banco Mundial señala que la rápida expansión del país durante las últimas tres décadas “mejoró enormemente las dietas”.

Cada persona está ingiriendo en promedio 40% más calorías diarias que en 1980 y se produjo un “giro hacia una alimentación más cara”; los chinos se alejaron de los alimentos básicos para inclinarse por aquellos derivados del ganado como carne y lácteos.

“En las próximas dos décadas el consumo per capita de alimentos seguirá aumentando, con un crecimiento algo más rápido durante la década que viene, impulsado por los mayores ingresos”, según el Banco Mundial

La aumento de la riqueza también conduce a la búsqueda de alimentos de mejor calidad y seguros, de producción confiable, que es lo que ofrecen algunas marcas occidentales, según la percepción de los chinos.

Yang, de Nomura, comentó: “A medida que la clase media de China se vuelve más adinerada, sus gustos por los productos y servicios se irá sofisticando. La oferta local no es suficiente, así que tienen que buscar afuera de China. La seguridad alimentaria ha sido una cuestión crucial para el gigante oriental. Con abundante capital, China preferiría comprar antes que simplemente importar”.

Muchos compradores chinos son organismos estatales, como la comercializadora de granos Cofco, que hace poco compró por u$s 1.500 millones participación en Noble Group, un joint venture agrícola de Singapur.

Un segundo grupo de compradores pertenece a gobiernos locales. Entre ellos, Bright Food, del gobierno municipal de Shanghai, que ya adquirió la británica marca Weetabix.

Los grupos del sector privado como WH Group también están activos, pero sus listas de compras en el exterior son más restringidas. “Están buscando oportunidades que tengan sentido estratégico”, aclaró Camillo Greco, asesor en JPMorgan.

La nota en El Cronista Comercial

Categorías: Economía Negocios

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