“Hay crecimiento para rato”
En una entrevista publicada en La Nación, el argentino Guillermo Santa Cruz habla de la experiencia que recogió los años en que estudió Economía en la Universidad de Beijing. “Una de las cosas que me resultaron más atractivas de China, relata, es esa espiral positiva que se respira: la gente sabe que mañana estará mejor que hoy”.
Guillermo Santa Cruz cree que “hay crecimiento de China para rato”. Y agrega: “Los que se preocupan porque el crecimiento baja de 9 a 7,5% no deben perder de vista que en términos absolutos la demanda agregada de ese 7,5% es mucho mayor. No hay que leer eso como una desaceleración, más allá de que hay proyecciones que indican que China se convertirá en un importador neto de todo tipo de productos”.
A los 19 años, mientras estudiaba teatro, muchos lo reconocían por la calle por sus papeles en Grande Pá y Rebelde Way y tenía casi decidido ingresar a la facultad para seguir psicología, Guillermo cambió abruptamente de planes. La empresa para la que trabajaba su padre (Mercedes Benz) lo trasladó a China y él decidió entonces sacar el máximo provecho de la situación: se propuso estudiar una carrera de grado en el país asiático. Hoy exhibe con orgullo el título de licenciado en Economía por la Escuela de Negocios Internacionales, de la Universidad de Lenguas y Cultura de Pekín. Vivió 8 años en China. Volvió a la Argentina en 2012 y cursó la Maestría en Agroalimentos en la UBA.
-¿Es gratuita la universidad en China?
-Nada es gratuito. Los estudiantes tienen que pagar una cuota que en relación con sus ingresos es un gran esfuerzo. Hay un examen nacional al terminar el secundario. Los chicos eligen la universidad en la que quieren estudiar y si no alcanzan el puntaje necesario deben esperar al año siguiente, no pueden optar por otra. Si ingresan, decididamente les cambia la vida.
-¿Es palpable en la vida cotidiana eso de la “nueva clase media”?
-Una de las cosas que me resultaron más atractivas de China es esa espiral positiva que se respira: la gente sabe que mañana estará mejor que hoy. Y se ve. Ves cómo van pasando de la bicial auto, cómo adquieren costumbres como salir a comer, es gente muy receptiva de las cosas del exterior.
-¿Por dónde pasa el principal potencial de China?
-Porque su inmensa población de 1300 millones está modificando sus patrones de consumo gracias a las mejoras en el ingreso y a la urbanización. Es una gran potencia agrícola, como la Argentina; sin embargo, el incremento de su producción para hacer frente a esta demanda es muy limitado por sus restricciones de tierra y agua. Enfrenta el desafío de alimentar al 20% de la población mundial con tan sólo el 5% de las reservas de agua y 7% de la tierra cultivable.
Santa Cruz menciona que en 2012, China importó alimentos por US$96.476 millones, más que las exportaciones globales de la Argentina ese año.
-¿Qué tipo de relación podemos tener con China? ¿Estamos limitados a venderle materias primas?
-Lo primero es ver qué es lo que necesitan. Si uno quiere vender productos con mayor valor agregado hay dos alternativas: o tiene una gran capacidad de inversión para crear la demanda -como el caso de Italia y España con el aceite de oliva-, cosa que requiere tiempo, gran espalda financiera y coordinación público-privada, o la habilidad de meterte en el nicho que abre otro (como podríamos hacer nosotros con el aceite de oliva o los vinos). De todas formas, sacando algunascommoditiescomo la fruta, la participación argentina en el comercio mundial de alimentos es baja y responde a cuestiones como la infraestructura, la presión tributaria, el escaso conocimiento de la marca país, la pequeña escala de nuestras empresas, el bajo nivel de asociativismo, la poca presencia internacional en general… todas cosas que en China se potencian.
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