Jornada Conicet-CICIR
El Palacio San Martín del Ministerio de Relaciones Exteriores argentino fue ayer escenario de un fructífero debate entre académicos argentinos y chinos vinculados respectivamente al Conicet y al China Institutes of Contemporary International Relations (CICIR). En el Tercer Encuentro sobre las relaciones estratégicas sino-argentinas y sus nuevas circunstancias, y en la antesala de la visita que hará a Argentina el presidente chino Xi Jinping en julio próximo, mientras los académicos locales pusieron el acento en las cuestiones a mejorar para que el vínculo bilateral funcione más armónicamente (ver esta misma página), los directivos del CICIR valoraron un acercamiento “entre civilizaciones” y explicaron las metas de la gestión Xi. El encuentro fue abierto por la directora del Conicet para Ciencias Sociales y Humanidades, Dora Barrancos, y por el vicepresidente del organismo chino, Yuan Peng.
Barrancos recordó que hasta hace unos años era algo “exótico y aun bizarro” hablar de China, pero que “felizmente la ciencia argentina encontró ahora que la notable expansión económica y social china da espacio para explorar qué tipo de vínculo podemos establecer”. De hecho el Conicet, como el Ministerio de Ciencias, Tecnología e Innovación Productiva, ha hecho ya varias tareas de intercambio, beca y visitas con China. “En mi generación China siempre asomaba como ideal de paz y de relaciones democráticas entre países y vamos en esa vía, pero debemos aumentar la masa crítica en investigaciones de argentinos sobre la realidad china”.
A su turno Yuan auguró que la visita de Xi será “muy importante” y que se firmarán varios convenios, incluidos de ciencia y tecnología.
Recordó que, en lo interno, la presidencia Xi llegó para una etapa de integralidad entre lo económico y lo político, luego de una etapa primera de emergencia de China y del Partido Comunista hasta la Revolución de 1949, una segunda con la nueva República Popular y reformas sociales y políticas, y una tercera con las reformas económicas iniciadas en 1978 (que llevó a China al segundo lugar mundial como fuerza económica). Ahora se plantea una más integral, “con dos metas que se fijó Xi: una –dijo- llegar al año 2020 (el centenario del PCCh) con una renta per cápita que se duplique respecto de la que teníamos en 2010, y dos, llegar al año 2050 (en el centenario de la fundación de la RPCh) con una sociedad que goce de un nivel de ingreso por habitante como tienen los países más avanzados, hoy en más de 30.000 dólares”.
En lo externo, dijo, Xi sigue los lineamientos de relaciones amistosas con Europa, mejorar las relaciones con EE.UU., sin confrontación ni conflictos, y basadas en el respeto mutuo, “lo que ha sido bien recibido por el presidente Barack Obama” cuando Xi lo visitó el año pasado. Con sus muchos países vecinos, Yuan reconoció que hay conflictos soberanos pero que política y económicamente hay buenas relaciones. Y con el resto de Asia, África y América Latina, “como segunda economía mundial, pero con un PBI per cápita mucho más atrasado, queremos relaciones basadas en esa realidad. Xi siempre presta mucha atención a los vínculos con países en desarrollo, por eso ya vino a la región y este año volverá a venir”.
Argentina, señaló. “juega un rol muy importante para China como país en desarrollo y emergente, un puesto muy elevado. Las relaciones bilaterales están en un buen nivel y no tenemos ningún conflicto histórico”.
Por su parte, Wu Hongying, directora del Instituto de Estudios Latinoamericanos en el CICIR, recordó que Wen Jiabao, el primer ministro que visitó la región en 2013, dijo en la CEPAL que se busca un “diálogo entre civilizaciones”, que China tiene esa mirada de igual a igual con América Latina, de “dos grandes civilizaciones”. “Son relaciones entre países en desarrollo y de largo alcance, con necesidades mutuas, y China reconoce la necesidad de que la región aumente el valor agregado de sus exportaciones (algo que se trató mucho cuando hablaron los académicos argentinos). Estamos dispuestos a importar con más valor agregado para mejorar el clima de la relación bilateral”, dijo.
Recordó que China es el tercer socio de la región detrás de EEUU y al UE pero que con países individualmente es segundo en muchos casos y que para 2012 la inversión china en el subcontinente alcanzaba a 10.600 millones de dólares (“una de las mayores del mundo, por región”), pero que los vínculos no se agotan en lo comercial o inversor sino que avanzan en lazos culturales, citando el caso de los Institutos Confucio en varios países.
También participaron Sun Yangeng, segundo de Wu en el Instituto, y Li Meng, jefa de la División Andina del CICIR.
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