Segunda visita de Xi Jinping a América Latina
China buscará profundizar sus relaciones con América Latina y con este fin el presidente chino, Xi Jinping, emprenderá este año su segunda gira por la región desde su llegada al poder, afirmó el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, en su rueda de prensa anual, que coincide con las sesiones anuales de la Asamblea Nacional del Pueblo, el Legislativo chino, la ocasión más importante del calendario político del país. Xi Jinping viajará a Brasil para participar en la cumbre de las potencias emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que se celebrará en la ciudad de Fortaleza. En esa gira aprovechará para visitar también otros países latinoamericanos, indicó el ministro, sin dar más detalles. Uno podría ser Argentina.
Wang utilizó una frase hecha en mandarín, la relación entre América Latina y China es de “amigos muy próximos de países alejados”, y Beijing quiere profundizar cada vez más en ella, según un despacho de la agencia EFE.
En junio de 2013, Xi visitó Costa Rica y México en su primera gira por la región, en la que también se desplazó a Trinidad y Tobago y EEUU.
El ministro de Exteriores chino recordó también que este año se celebrará en su país la primera reunión ministerial entre China y los países de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), tras el acuerdo suscrito entre ambas partes en este sentido. Ello, aseguró, servirá para “promover aún más las relaciones bilaterales entre China y América Latina”.
“Abrigo grandes esperanzas sobre las relaciones entre China y América Latina”, declaró el ministro. En este sentido, bromeó que “tantas esperanzas como las que sé que muchos aficionados tienen acerca del desarrollo del Mundial de Fútbol en Brasil” este año.
Desde que se completó la toma de posesión de los nuevos líderes chinos, Beijing no ha dejado de señalar la importancia que otorga a América Latina, una región pujante económicamente y que reclama cada vez con más firmeza el lugar que le corresponde en las instituciones globales, pero con la que el intercambio comercial bilateral aún se encuentra por debajo de su potencial.
Hasta ahora, las exportaciones latinoamericanas hacia China se han centrado principalmente en los sectores agroalimentario y de materias primas, pero los países de la región aspiran a diversificar esta oferta de manera que incluya cada vez más bienes de alto valor añadido y a atraer cada vez más inversiones chinas.
Xi se ha reunido ya con numerosos mandatarios latinoamericanos, entre ellos el mexicano Enrique Peña Nieto -con quien ha dialogado en tres ocasiones en 2013 y que regresará este año a China en visita de Estado-, el peruano Ollanta Humala, el uruguayo José Mugica y la costarricense Laura Chinchilla.
Igualmente ha recibido en Beijing al venezolano Nicolás Maduro y al boliviano Evo Morales, así como al vicepresidente brasileño Michel Temer.
De acuerdo con el periódico oficial chino China Daily, las inversiones chinas en América Latina representaron el 13 % del total de las inversiones chinas en el extranjero en 2013 y alcanzaron un volumen de 80.000 millones de dólares, buena parte de ellas destinadas a proyectos de infraestructura.
Según declaró recientemente la subdirectora del Departamento de Asuntos Americanos del Ministerio de Comercio chino, Xu Yingzhen, en un foro de inversión chino-latinoamericano celebrado en Cantón, China se encuentra especialmente interesada en la nueva política industrial brasileña, la reforma energética en México y las zonas económicas especiales cubanas.
A lo largo del próximo lustro se espera que las empresas chinas inviertan en torno a los 500.000 millones de dólares en el exterior, buena parte de los cuales irán a parar a América Latina, señala el diario.
Entre otros ejemplos, la compañía eléctrica china PowerChina obtuvo recientemente el contrato para un proyecto de transmisión eléctrica en el estado brasileño de Para, valorado en 156 millones de dólares.
El proyecto de mayores dimensiones, si bien también el más controvertido, es el adjudicado a la empresa basada en Hong Kong HKND, del millonario Wang Jing, para construir el canal de Nicaragua, con el que ese país quiere rivalizar con Panamá en la conexión del tráfico marítimo entre el Pacífico y el Atlántico.
Valorado en 40.000 millones de dólares, este proyecto se encuentra aún en una fase incipiente y se han interpuesto al menos 29 recursos de inconstitucionalidad contra su concesión, aunque Wang Jing asegura que pretende comenzar las obras este mismo año.
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