La Asamblea Nacional Popular, máximo órgano legislativo chino, comienza mañana su sesión anual, la reunión política más importante del año para el gobierno. La agenda estará marcada por la lucha contra la contaminación, la corrupción y los crecientes conflictos internos, bajo la sombra del ataque terrorista de este fin de semana que dejó más de 30 muertos y que el gobierno adjudica a fuerzas separatistas de Xinjiang. Por ocho días, unos 3.000 legisladores de todo el país debatirán de Beijing los presupuestos y los objetivos económicos y políticos nacionales para los próximos 12 meses, en un plenario que por primera vez lidera Zhang Dejiang, elegido presidente de la ANP en la clausura de la anterior reunión, en 2013.

La noticia en Diario del Pueblo y Terra