Trenes chinos: calidad, precio y rapidez
Randazzo junto al vice de Transporte chino, Gao Hongfeng, en la firma de uno de los acuerdos.
Por Florencio Randazzo
Ministro de Interior y Transporte de la Nación
(*) Exclusivo para Dang Dai
El 6 junio de 2012 la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, me confió la responsabilidad de llevar adelante la modernización del transporte en la Argentina en una firme decisión política de recuperar el sistema ferroviario. Desde entonces, trabajamos intensamente en nuestro ferrocarril, que supo ser de referencia a nivel mundial y experimentó un proceso de desinversión de más de 50 años.
Comenzamos tomando medidas concretas como la de encarar la incorporación de coches 0 km más importante que hayamos tenido en nuestro país. En 2014 habrán llegado al país más de mil coches nuevos desde China; todos de última tecnología en seguridad y confort, con sistema de freno ABS, puertas inteligentes que no permiten arrancar el tren si se encuentran abiertas, y sistema de anti acaballamiento que evita que un coche se suba encima de otro en caso de una colisión. Además, están equipados con aire acondicionado, sistema de información al pasajero con pantallas LED y espacios diseñados para personas con movilidad reducida.
Estamos conformes con el acuerdo establecido con la República Popular China porque este convenio tiene tres cualidades fundamentales: precio, calidad y rapidez en el plazo entrega. Logramos un precio sumamente conveniente, por debajo del costo medio mundial en este tipo de unidades; obtuvimos el plazo de entrega más rápido del mercado, y una calidad sobresaliente.
Tenemos una enorme expectativa por la llegada de los nuevos trenes, ya que duplicaremos las frecuencias de las líneas Sarmiento, Mitre, Roca, San Martín y Belgrano Sur.
Mientras tanto, hemos reparado y renovado las formaciones de pasajeros y de cargas que están funcionando en el área metropolitana y el país.
También avanzamos fuertemente en la renovación de la infraestructura ferroviaria, cambiando vías, durmientes y fijaciones, remodelando estaciones, e instalando servicios nuevos como es el de Información al Pasajero.
El cambio integral de vías en el área metropolitana; como los que ejecutamos en la Línea Sarmiento –desde Once hasta Moreno-, el que estamos haciendo en el ramal José L. Suárez de la Línea Mitre, la del ramal Buenos Aires Rosario, y gran parte de la traza que une Capital Federal con Mar del Plata; son sólo algunos ejemplos de la fuerte convicción con la que estamos encarando nuestra tarea.
En cuanto al transporte ferroviario de cargas, lo consideramos un elemento estratégico para reducir los costos de la logística de nuestras exportaciones.
Por eso, avanzamos en la recuperación de los ramales Belgrano Cargas, América Latina Logística y creamos la empresa estatal Belgrano Cargas y Logística, hoy principal tren de cargas del país. Queremos que cada vez más producción se transporte en el tren, medio mucho más económico, seguro y limpio que cualquier otro de transporte.
Para lograrlo, estamos renovando vías, puentes, talleres –como los emblemáticos de Tafí Viejo-, reparando vagones y reabriendo vías que comuniquen nuestras provincias con los principales puertos argentinos.
El ferrocarril de cargas volverá pronto a ser el sistema nervioso central de una economía que seguirá creciendo y se hará cada vez más competitiva. Los desafíos hacia adelante son numerosos; en nuestro viaje a China en septiembre pasado, pedimos a las empresas locales que vengan y se instalen aquí, y que comience un proceso de transferencia de tecnología para que nos ayuden a recuperar toda nuestra industria ferroviaria.
Estamos frente a la inversión más ambiciosa que se haya realizado en los últimos 60 años en Argentina, conscientes de que el servicio todavía no está a la altura de lo que el país necesita. Ni en cargas ni en el de pasajeros. Pero sabemos que vamos a revertir esta situación y comenzar a recuperar el tren que alguna vez tuvimos.
Estamos en un momento histórico para nuestro país y el desafío es enorme. Lo asumimos y lo vamos a cumplir.
(*) Nota publicada en el número 8 de la revista Dang Dai.
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