Boyer y los desafíos del gobierno de Xi Jinping
El francés Robert Boyer analiza en la última edición de Voces en el Fénix, publicación de economía de la UBA, dirigida por Abraham Gak, la actualidad china con una mirada crítica sobre sus mayores desafíos. Su régimen de acumulación basado en un “corporativismo estatal que promovió fuertes incentivos para aumentar la inversión, la producción y el empleo” genera, dice, al menos tres grandes desequilibrios. 1) la casi destrucción del bienestar público ha desencadenado un aumento de las desigualdades sociales y de acceso a bienes y servicios por el alto costo de la salud, la educación y la protección contra el desempleo, pero la pobreza ha disminuido junto con el dinamismo del crecimiento. 2) el sistema financiero se ha modernizado, y se han creado entidades centralizadas para racionalizar el crédito y reducir la mala distribución de capital, pero a nivel descentralizado, la alianza entre empresas y autoridades políticas continúa generando préstamos improductivos. Y 3), según Boyer el más importante, el gobierno central debe ocuparse de los excesos de capacidad permanentes y la necesidad de mantener una alta tasa de crecimiento sólo para absorber el flujo de trabajadores migrantes de zonas rurales a urbanas. La política cambiaria es parte de tal política. Por consiguiente, la multiplicidad de niveles y entidades es una oportunidad para el crecimiento de China y a la vez una fuente de desequilibrios recurrentes y potencialmente peligrosos.
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