China permitirá la creación de un máximo de cinco bancos privados este año para apoyar el crecimiento económico mediante una apertura gradual de este sector estatal, dicen autoridades normativas del país.

Varios analistas, incluido el Banco Mundial, afirman que una reforma de los bancos que prestan poco a los empresarios es urgentemente necesaria para que el Partido Comunista cumpla sus metas de mejorar la productividad del país.

La Comisión de Normación Bancaria de China expresó el lunes en un comunicado que aumentará el papel del capital privado en la banca y que eso incluirá un “proyecto piloto” para permitir la creación de entre tres o cinco bancos de capital privado.

La medida tiene por fin promover la “modernización de la gobernanza”, indicó la Comisión, pero no ofreció detalles de a quién se permitiría establecer un banco o en qué tipo de actividad económica pueden competir.

Los líderes comunistas están tratando de inyectar más competitividad a la economía a la vez que mantienen el control de sectores clave. También tratan de reducir la dependencia del comercio y la inversión para impulsar el crecimiento mediante el impulso del consumo interno.

El crecimiento económico de China bajó a 7,5% en el segundo trimestre, el más bajo en los últimos dos decenios, lo que se añade a la urgencia de seguir adelante con las reformas. El crecimiento se repuso a 7,8% en el tercer trimestre, pero el gobierno ha dicho que espera que sea de 7,6% sobre una base anualizada, lo que sería el rendimiento más débil desde 1999.

Un plan de reforma emitido en noviembre prometió dar al mercado un papel decisivo en la asignación de recursos y abrir más sectores a los competidores privados y extranjeros. Pero también afirmó que la propiedad estatal seguirá siendo el centro de la economía.

Cualquier cambio en los bancos del país conlleva riesgos políticos porque son la herramienta más poderosa del Partido Comunista para controlar la economía y apoyar a empresas políticamente favorecidas con crédito barato.

Los cambios serán lentos, pero los prestamistas privados pudieran inyectar ideas más comerciales a un sector fuertemente politizado, dijo el economista Lu Zhengwei, del Industrial Bank de Shanghai.

“Los bancos privados tendrían controles de riesgo más realistas”, dijo Lu.

La entidad normativa bancaria agregó que “exploraría la reducción gradual de las barreras a la entrada de capital extranjero al sector” y permitiría que instituciones extranjeras manejen la divisa nacional, el yuan, que ahora es controlado estrictamente por el gobierno. La Comisión no ofreció más detalles ni un cronograma de implementación.

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