Una argentina en el boom del psicoanálisis en China
Asiainfonews también dedicó una entrevista a la psicoanalista argentina de origen oriental Teresa Yuan. “En China conviven sin dogmatismos el budismo, el taoísmo y el confucionismo. Lo mismo sucede con el psicoanálisis. Entienden que la práctica psicoanalítica no es una religión ni una filosofía, es una ciencia”, dice la destacada investigadora.
“El psicoanálisis es la nueva revolución en China. Y está generando experiencias valiosísimas. Conforme la cultura del país, las problemáticas personales sólo se hablaban en el seno de la familia.
Todo quedaba en secreto.
Pero merced a una psicóloga argentina, Teresa Yuan, se ha logrado que para los chinos el psicoanálisis sea una “liberación”.
Teresa Yuan, es una eximia psicóloga argentina, hija de padre chino y madre sirio libanesa, formada en la UBA y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
Desde 1995 es una de las más fervientes exportadoras del psicoanálisis a China habida cuenta la inexistencia del psicoanálisis.
Ya realizó más de treinta viajes a ese país y atiende vía skype a un grupo de supervisión psicoanalítica, una vez por mes.
“Hoy en China hay una gran demanda de prácticas psicológicas. Se produjo un profundo cambio en la sociedad. Todo cambio va acompañado de crisis en los valores culturales, y eso genera conflictos. Las nuevas generaciones reciben todo lo que viene de Occidente y las viejas generaciones lo ven con malos ojos. Si bien la espina vertebral de la cultura china se mantiene, ha sufrido intensos sacudones”, explica la profesional argentina
Como miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional, Yuan trabajó en el Instituto de Psiquiatría de la Universidad de Beijing, en la Universidad de Shanghai y en el Hospital Psiquiátrico de Anding como asesora.
En todos los casos con experiencias muy positivas.
“En China conviven sin dogmatismos el budismo, el taoísmo y el confucionismo. Lo mismo sucede con el psicoanálisis. Entienden que la práctica psicoanalítica no es una religión ni una filosofía, es una ciencia”.
Teresa creció en una casa china en Argentina. No habla con fluidez el idioma, por eso todavía analiza en inglés,
Los chinos no hablan de sus emociones, es algo que está mal visto, y a los occidentales les cuesta entenderlos”.
Pero su trabajo en China ha sido reconocido por la prensa mundial y cada vez son más los pacientes de tal país que se comunican con la profesional argentina mediante Internet o cuando ella viaja hacia allí.-
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