Polémica por la pesca de calamares
iEco publicó un artículo sobre la decisión Consejo Federal Pesquero (CFP) de permitir el ingreso de barcos pesqueros chinos al caladero argentino “pese al rechazo mayoritario del sector privado”.
– Polémica por el ingreso de empresas chinas a la pesca local de calamares
Por Matías Longoni
La necesidad del Gobierno de lanzar gestos amigables hacia China provocó que se adoptara una polémica decisión para permitir el ingreso de barcos pesqueros de ese país dentro del caladero argentino, que podrán capturar calamar incluso en mejores condiciones que los buques nacionales. La medida fue adoptada por el Consejo Federal Pesquero (CFP) pese al rechazo mayoritario del sector privado. Y marcha a contrapelo de la pretendida defensa de la soberanía que tanto pregona el kirchnerismo.
Hace pocos días, el CFP (integrado por representantes del gobierno nacional y de las provincias con litoral marítimo), emitió la Resolución 10/2013, que lanzó un plan para añadir 20 “poteros” (así se llaman los buques que atrapan el calamar) a la flota nacional, integrada actualmente por 62 embarcaciones. El problema, más allá del debate sobre la conveniencia o no de esa ampliación, es que todos en el sector saben que parte de esos permisos ya tienen nombre y apellido: empresas chinas como Chiarpesca y Fénix International.
“Todo está hecho a la medida de los chinos”. El diagnóstico se repite tanto entre empresarios de las cámaras pesqueras que no fueron consultados y rechazan la apertura del caladero, como por fuentes del gobierno de la Provincia de Buenos Aires, cuyos representantes faltaron llamativamente a la última reunión del CFP, para no convalidar la decisión. Lo cierto es que el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, y el subsecretario de Pesca, Miguel Bustamante, fueron los impulsores de esta decisión sin debate y en tiempo récord. La explicación es que Bustamante viajó la semana pasada a la Asian Seafood Exposition, que se celebró en Hong Kong, y quería llevar consigo el anuncio.
“La pesca fue moneda de cambio. Técnicamente la medida supone abrir el caladero a las empresas chinas, que son nuestras competidoras, sin lograr ningún beneficio para la flota nacional”, evaluaba ayer un armador local. En efecto, China y la Argentina compiten sin darse tregua por vender calamar al mercado europeo. La oferta asiática proviene muchas veces de aguas internacionales, incluidas las linderas a la Milla 200, el límite de la Zona Económica Exclusiva al que ahora podrían ingresar legalmente algunos buques de ese origen, con licencias de 10 o 30 años.
La decisión oficial de “abrir el caladero” a barcos extranjeros (que solo deberán cumplir ciertas exigencias, como cubrir 75% de la tripulación con argentinos o procesar 10% de sus capturas en una planta local), se justificó en que la las capturas de calamar llegaron a 180.000 toneladas en la campaña 2013 dentro del Mar Argentino. Hubo oferta en abundancia y rebalsaron las bodegas de los 62 poteros nativos. Pero en los años previos las capturas habían sido de la mitad o menos. Por eso nada asegura que haya pesca abundante para todos en los próximos ciclos.
“Con más barcos solo nos están perjudicando y las únicas que se verían beneficiadas son las empresas chinas que operan en el país. Pescar en las 200 millas es muy rentable para ellos”, expresó Guillermo De los Santos, presidente de la Cámara de Poteros Argentinos (CAPA), donde hoy emitirán un pronunciamiento formal sobre la medida. En otras cámaras pesqueras el razonamiento es parecido.
El calamar Illex es la tercera especie en importancia económica para el sector pesquero, detrás del langostino y la merluza Hubbsi. En 2012 se exportaron casi 70.000 toneladas, básicamente a Europa y China, por U$S 156 millones.
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