En el 2000, 10 millones de chinos viajaban al exterior; el año pasado, esa cifra trepó a 83 millones, dice Juan Bedoian, editor del suplemento Viajes de Clarín. Desde hace décadas, el imaginario de los viajes registra una postal clásica: decenas de turistas japoneses marchando ordenadamente y equipados con máquinas de fotos por los principales destinos del mundo. A no confundirse: ahora esos orientales en su mayoría son chinos y tienen dinero para gastar porque sus salarios son buenos.

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