Argentina en Foro Social de China

24 abril, 2013

El antropólogo Andrés Ruggieri, en representación de la Universidad de Buenos Aires, fue invitado al Foro Internacional Repensando la Economía Social/Solidaria en China y el Mundo, que se desarrolla en Beijing.

El evento, organizado por la Universidad Politécnica de Hong Kong, la Universidad de Beijing y el Centro de Investigaciones Sociales, convoca a académicos de unos 20 países. Ruggieri viaja como director del Programa Facultad Abierta y del Centro de Documentación de Empresas Recuperadas. La invitación personal fue cursada por la investigadora Pun Ngai, de quien el argentino explicó que “está dedicada a temas relativos a la explotación laboral en China y ve las cooperativas de trabajo y el movimiento nuestro como alternativas por lo menos dignas de ser conocidas en el ambiente académico pero también de sindicatos y activismo laboral chino”.


Ruggieri presentará la ponencia cuyo resumen se reproduce a continuación.

El movimiento de cooperativas de trabajadores en Argentina

Andrés Ruggeri

Bajo el nombre de Empresas Recuperadas por sus trabajadores (ERT) se conoce en la Argentina a una cantidad considerable de empresas productivas y de servicios que, quebradas o abandonadas por sus propietarios en el marco de la hegemonía neoliberal de los 90 y de la crisis terminal de ese modelo en 2001 y los años subsiguientes, fueron ocupadas y puestas en producción por sus antiguos trabajadores asalariados. Estos casos de autogestión en difíciles condiciones y en el contexto del mercado capitalista llamaron la atención mundial y dieron pie a una serie de interpretaciones en que se las veía como una salida a la globalización capitalista, por un lado, y a otras en que se las apreciaba como una solución circunstancial debida en forma exclusiva a la aguda crisis y que desaparecerían con la recuperación económica del país.

Sin embargo, la realidad es más compleja: en 2010 nos encontramos que estas empresas de trabajadores no sólo sobreviven, sino que han crecido en número y en cantidad de puestos de trabajo, llegando a una cifra de 205 ERT y 9400 trabajadores, que han aumentado su volumen de producción y que, a pesar de los numerosos obstáculos legales, financieros y políticos que encuentran para su desarrollo, prosperan y logran resolver el problema que les dio origen, la preservación de las fuentes de trabajo. Pero, al mismo tiempo, el mercado capitalista en que se hayan insertas les impone condiciones que fuerzan a soluciones transitorias que van en contra de su proceso de democracia interna, de igualitarismo laboral y solidaridad social, al tiempo que el Estado no atina a elaborar una política que contemple la realidad de formas económicas que están fuera de los parámetros habituales de gestión. Ni estatales, ni privadas, ni tampoco cooperativas tradicionales, las ERT vienen desarrollando en la práctica una experiencia de autogestión genuina pero sujeta a desafíos y limitaciones que pueden ser útiles para pensar la realidad y las potencialidades del trabajo autogestionado, por fuera de los planteos abstractos de ideólogos o juristas, pero bien cercano a la realidad de los trabajadores latinoamericanos.

Categorías: Sociedad

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