Martín Fierro, en mandarín e ilustrado por Castagnino, Alonso y otros artistas

2 abril, 2013

Fierro, por Castagnino.

El Museo del Dibujo y la Ilustración (MUDI) llevará una exposición sobre el Martín Fierro a China con versos de la obra de José Hernández en mandarín e ilustrados por más de 20 grabados, dibujos y pinturas de reconocidos artistas argentinos como Juan Carlos Castagnino y Aída Carballo, informó ayer la agencia Télam. Carlos Alonso, Juan Lamela, Adolfo Bellocq y Julio Vanzo son otros de los artistas que ilustraron el Martín Fierro que en octubre próximo expondrá la sede del Instituto Cervantes (español) de Beijing, donde podrán leerse los versos en español y mandarín, junto a un glosario explicando las terminologías lunfardas camperas. El Martín Fierro es conocido en China por traducciones como las de Zhao Zhenjiang, quien en 2012 estuvo en Argentina y de quien la revista Dang Dai (en su número 2) incluyó su ponencia en Buenos Aires.


La exposición del MUDI llegará a la capital china después de pasar por las ciudades españolas de Madrid, Barcelona, Mallorca y Santander, con imágenes de Gabriel Di Toto, Luis Seoane, Norberto Onofrio, Alberto Guiraldes, Américo Balán y Víctor Rebuffo, dijo Télam.

“Nuestro poema gauchesco por excelencia, obra fundamental de la identidad nacional que tan profundamente nos representa fuera de Argentina llegará a China a través de España, con una muestra en la sede beijinesa del Instituto Cervantes”, adelantó a la agencia oficial de noticias Hugo Maradei, titular del MUDI.

“Esta muestra, que dará a conocer parte de nuestra identidad de la mano de excelentes artistas en un instituto internacional como el Cervantes, dedicado a difundir la lengua española, seguramente lleve a reflexionar sobre cuestiones filosóficas y sociales comunes en este pueblo de cultura milenaria, ya que el poema expresa sentimientos que tienen que ver con las raíces”, reflexionó.

La exposición surgió de forma aleatoria, reconoce Maradei. ¿La anécdota? “Estábamos organizando un congreso sobre Julio Cortázar con el departamento de Filología de la Universidad de Pekín -conocida como Bei Da- en el marco de los 50 años de ‘Rayuela’, y resulta que el maestro de la persona con la que dialogábamos fue quien tradujo ese poema al mandarín”.

El profesor de su interlocutor resultó ser el mencionado Zhao Zhenjiang, profesor en la Universidad de Pekín, la más prestigiosa y antigua de China, y pionero en la traducción de poesía latinoamericana al mandarín.

El argentino José Hernández (1834-1886), el uruguayo Juan Gelman, la chilena Gabriela Mistral (1889-1957) y el peruano César Vallejo(1892-1938) son algunos de los autores que tradujo.

Cuando a fines de los años 50 Zao entró a la universidad no existía un departamento de castellano, se creó años más tarde por influencia de la Revolución Cubana con la llegada de un grupo de profesores latinoamericanos, recordó el traductor cuando visitó la Sociedad Argentina de Escritores (SAE) hace dos años.

El entonces joven estudiante se había inscripto en Lengua y literatura francesa, pero fue obligado por el régimen a cambiarse a castellano bajo la consigna de que “la necesidad del Estado era la voluntad de los estudiantes” y con esa vuelta de timón llegó a lo que más tarde fue su especialización, la poética iberoamericana, porque Federico García Lorca también cuenta entre sus traducciones al mandarín, lengua oficial de la República Popular China.

El por entonces joven estudiante tenía un profesor argentino que seleccionó fragmentos del Martín Fierro como lectura de clase y el libro devino en una de sus primeras traducciones, conmovido en su origen campesino por ese poema gauchesco que más allá de las distancias, culturales y espaciales, tan bien sabía interpretar.

“Sé de los trabajos del campo desde niño y para traducir a José Hernández usé una lengua intermedia entre el chino clásico y el moderno, me llevó cerca de dos décadas el trabajo”, repasó en aquella entrevista ofrecida en la SAE.

Zao empezó su traducción en los 60, primero con algunas estrofas del ‘Martín Fierro’, pero le quedaban muchos baches de sentido así que decidió viajar a México para perfeccionar su español.

Para captar los significados más profundos del poema narrativo que Hernández escribió en 1872, en el DF trabajó junto a un grupo de “argenmex” -argentinos exiliados en esa ciudad durante la última dictadura militar-; publicando finalmente el libro en 1984, a través de la Editorial del Pueblo de Hunan.

Los interesados en hallar más información sobre esta muestra y sobre el MUDI pueden buscarla en la página de Internet wwww.museodeldibujo.com.

Categorías: Cultura

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