Peng Liyuan, una primera dama muy diferente
La flamante y glamorosa primera dama Peng Liyuan surge como la estrella más reciente de la diplomacia china: encanta a las audiencias y exhibe una imagen muy distinta a la de sus predecesoras invisibles, en su primera visita oficial en el extranjero, en Rusia, señala un cable de la agencia Associated Press. Peng, antes artista famosa en la televisión estatal, destacó de manera prominente en la cobertura que hizo el domingo la prensa sobre las actividades de su esposo, el presidente Xi Jingping, en Moscú. La visita de Xi -quien se reunió con su par Vladimir Putin- es la primera al exterior desde que asumió la presidencia a comienzos de marzo. La gira sigue estos días por países de África.
Una primera dama popular a nivel internacional podría suavizar la imagen global a veces áspera que tiene China y constituirse en una victoria en los esfuerzos efectuados por el país y que han sido infructuosos a la fecha para ganarse la opinión pública mundial, agregó la información. Al mismo tiempo, la primera dama podría incrementar la popularidad de las nuevas autoridades del país en momentos en que los ciudadanos chinos se sienten cada vez más críticos de los funcionarios.
En los últimos años, las esposas de las principales autoridades de China habían pasado tradicionalmente casi desapercibidas a nivel nacional y atraían escasa atención cuando acompañaban a sus maridos en visitas de estado a otras naciones. Lo anterior se debió en parte a los acontecimientos negativos que acompañaron el ocaso de la esposa de Mao Zedong, Jian Qing, que fue blanco del desprecio generalizado y encarcelada por su papel de cabecilla del grupo radical conocido como la Banda de los Cuatro, perseguidora implacable de la oposición política durante la caótica Revolución Cultural, de 1966 a 1976.
Zhang Peili, esposa del recientemente retirado primer ministro Wen Jiabao, adquirió fama por su participación en el comercio de gemas del país pero jamás se le vio en público con su esposo. Por su parte, Bo Xilai, uno de los políticos más ambiciosos de China, cayó estrepitosamente en 2012 tras la implicación de su esposa en el homicidio de un empresario británico, en un caso que devino en el escándalo político más degradante ocurrido en años en el país.
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