Zhang Sheng, el Dios de la Cocina

Los argentinos podríamos reconocer los muchos orígenes que nos nutren. Italianos, bolivianos, vascos, gallegos, paraguayos, chilenos, uruguayos, alemanes, andaluces, peruanos, croatas, rusos, ingleses, japoneses, portugueses, otros europeos y la larga lista de las sociedades originarias: wichíes, quilmes, tehuelches, guaraníes, tobas, diaguitas, mapuches, ranqueles… ¿Cuántos años faltan para que incorporemos tradiciones, palabras, sentimientos y modo de ver el mundo de los chinos?

Para aquellas personas simpáticas y amables que gusten de adoptar algo de la cultura china va esta lista de tradiciones relacionadas con el año nuevo.

La celebración dura 15 días. El año nuevo viene acompañado de creencia en la buena suerte, y hay diferentes modos de darle la bienvenida.

Para rezar por la buena fortuna algunos van a los templos, donde queman palitos de incienso.

Limpiar la casa para el año nuevo es un modo de sacar la mala suerte que se ha acumulado durante todo el año. Luego hay que guardar las escobas (para que no barran la buena suerte) y vestirse con ropa fresca y limpia, y con el cabello arreglado. Rojo y dorado son colores apropiados, y conviene evitar el negro.

Es importante decorar la casa con adornos rojos —no excesivos. Las flores y las mandarinas en pares son una vestimenta adecuada para el interior del hogar. Maníes, semillas de melón, caramelos u otros objetos sirven para hacer un camino con ocho unidades.

Es bueno ofrecerle un sacrificio de alimentos o frutas a Zhang Sheng, el Dios de la Cocina. Se puede poner una imagen de él junto a la ofrenda.

La noche de año nuevo se celebra con una cena tradicional. Es una de las partes más importantes de la festividad. En la comida el jiu, un licor tradicional, y el daikon, el rábano chino, significan longevidad; el pimiento rojo significa buena suerte y el arroz garantiza la armonía. Es propicio cocinar lo que habrá de servirse.

La tradición manda comportarse con bondad, evitando discusiones y tensiones. Visitar a los amigos y familiares es la parte más importante del nuevo año, que es un momento para conectar y compartir con los demás. A los niños se les regala dinero en sobres rojos (los sobres, como la imagen del Dios de la Cocina, ropa tradicional, incienso y otros implementos se consiguen fácilmente en los bazares del Barrio Chino).