Messi y Diego rompen la Gran Muralla
En el Número 5 de la revista Dang Dai, de reciente aparición, los periodistas Patricio Tesei y Horacio del Prado hablan del fenómeno del fútbol en China, una actividad en la cual Argentina tiene enorme potencialidad. Ya algunos jugadores y técnicos argentinos, al igual que latinoamericanos, incursionan en la millonaria Liga China, pero hay mucho más para recorrer. En Leer Más, ambos artículos.
Rompen la Gran Muralla
Por Patricio Tesei
Ni Twitter ni Facebook. Para relacionarse con sus fans de China, Lionel Messi utiliza la red social Tencent Ceibo, la más popular del país asiático, que recién hace un año lanzó una versión en inglés. Lo siguen 15 millones de personas, más que la población total de países como Grecia, Portugal o Ecuador. Lo ven posando con un tradicional pingüino; también se ven las imágenes de Andrés Iniesta recuperándose de una lesión o de Gerard Piqué atajando en una práctica del Barcelona, solo por mencionar algunos post.
El fútbol está convirtiéndose en una gran pasión china, y de ella deriva la explosión de su Liga, que gracias a la inyección de una enorme cantidad de capital privado –en clubes como Guangzhou Evergrande y Shanghai Shenhua- logró seducir a jugadores de renombre mundial, algunos en el ocaso de su carrera, como el francés Nicolás Anelka o el marfileño Didier Drogba. También a los argentinos Darío Conca, Lucas Barrios y el ex técnico de la selección Sergio “Checho” Batista, además del colombiano Giovanni Moreno y el DT italiano campeón del mundo, Marcelo Lippi, entre otros.
El fútbol entonces, en China, se convirtió en una prioridad de Estado: para dirigir a la selección contrataron a otro extranjero, el español José Antonio Camacho, y para profesionalizar a los jugadores, la Asociación China de Fútbol (ACF), junto a la empresa Wanda Group, envió a un grupo de 30 juveniles de trece años a entrenarse a España y otro de 41, que tienen entre dieciséis y diecinueve, a Portugal. Hace doce años, una experiencia similar parecía concretarse en Argentina. Fue cuando, en 2000, unos ochenta chinos desembarcaron en Jáuregui en el marco de un proyecto de la empresa Jiehengsen Intercambios Culturales y Deportivos, a los que se vinculó Sergio García, ex campeón mundial juvenil en 1979 y compañero de Maradona. El club Flandria les dio hospedaje, pero el proyecto estaba más bien atado a una institución educativa y no prosperó en lo deportivo.
Para Boca Juniors, la explosión de China no es nueva. En 1996 realizó una gira que le sirvió para cancelar deudas contraídas por los pases de Claudio Caniggia y de Diego Maradona. El ex presidente Jorge Amor Ameal, en 2010, soñaba con que jugadores chinos pudieran venir a jugar a Boca “y nosotros, poder armar escuelas de fútbol para que ustedes mejoren la práctica de ese deporte”. River Plate también incursionó en tierras asiáticas. En 2003 abrió una oficina comercial en Beijing y también lanzó la página web oficial del club traducida al mandarín, hoy discontinuada.
En la visita de este año a Argentina del primer ministro Wen Jiabao, las rondas de negocios con empresarios giraron en torno a la comercialización del vino, la soja y… el fútbol. Como presidente de la Cámara Argentino-China, Carlos Spadone (de larga relación con el país asiático) participó de estos encuentros donde, entre otros puntos, se comenzó a discutir el posible desembarco en el gigante asiático del programa Fútbol para Todos. El empresario dijo a Dang Dai: “Nosotros teníamos un acuerdo con TyC, transmitíamos los partidos en el canal estatal chino en vivo y en directo, y había un gran mercado interesado. Fue en 2005, y habíamos formado la empresa ProChina. Lo más difícil fue conseguir la pantalla y gracias a mis contactos con el buró político del Partido Comunista Chino lo pude hacer. Pero cuando empezó Fútbol para Todos se cortó. Hablé con (el entonces jefe de Gabinete y actual senador) Aníbal Fernández y me dijo que se iba a licitar, pero todavía está pendiente. Tenemos que hacer algo con eso”, añadió.
Durante el tiempo que duró la retransmisión del fútbol –hasta agosto de 2009-, y según un informe de la cadena BBC, 40 millones de chinos seguían los partidos argentinos e incluso llegó a formarse el Club de Fans del Fútbol Argentino, presidido por Nie Xiaoguang, apodado Pampa, y secundado por Ma Ke, alias Diego en homenaje a Maradona. En aquel momento, el club contaba con 500 miembros activos.
ProChina (50% de Spadone y la otra mitad de Carlos Ávila) sigue vigente, aunque ya no opera en sociedad. “Trabajamos con Boca, con River, organizamos la estadía de la selección que ganó los Juegos Olímpicos en Beijing… El fútbol es un elemento de exportación muy grande que tenemos, no solo por la transmisión, y deja mucho rédito”, añadió el empresario.
El boom del fútbol en China se da en el contexto del nuevo rol que ese país tiene como potencia económica global y su transformación en un mercado atractivo a nivel mundial, con millones de millonario. Esto explica las estrategias comerciales de clubes como el español Barcelona, que hace poco lanzó una versión en mandarín de su sitio oficial, o el brasileño Corinthians, que contrató este año a Chen ZhiZhao, cedido por el Nanchang Hangyuan de Guangdong. “Corinthians es de los clubes más grandes de Brasil, y aprovechó que ganó la Copa Santander Libertadores, que su patrocinador principal es Nike, con buena inserción en China, y que forma parte del BRIC (Brasil, Rusia, India y China)”, dijo a esta publicación el periodista especializado en marketing deportivo Claudio Destéfano. El deporte en Argentina carece de una planificación a largo plazo en todos los aspectos, incluido el internacional. Sin embargo, para Destéfano, “la mayoría de los clubes importantes tienen equipo de marketing en su organigrama”. Pero pese a ser una indiscutible potencia mundial en este deporte, en nuestro país hay una permanente necesidad de resolver urgencias: barras, violencia doméstica, equipos deficitarios y corrupción, algo que por cierto también provocó sonados casos en la dirigencia futbolística china, como las condenas a 10 años y medio de prisión al ex vicepresidente de la ACF, Xie Yalong, y su sucesor al frente de la entidad, Nan Yong, por sendos casos de chantajes por 273 y 235 mil dólares respectivamente. También hubo juicios contra decenas de otros altos cargos, árbitros, jugadores y otras personalidades. Pero como sea, el fútbol cada vez crece más y Argentina podría tener allí un mercado dorado.
Medallas para todos
Por Horacio del Prado
El fútbol crece en China, pero hay toda una política deportiva detrás. Si hasta 1949, cuando nació la República Popular, sus delegaciones no eran relevantes en los Juegos y recién en 1984 “avisó” con el 4° puesto en Los Ángeles, su crecimiento hacia el estatus actual de potencia global (1° en Beijing 2008, 2° en Londres 2012) fue vertiginoso. Obliga a pensar, para imitar o bien para competir con ellos. Y desde una mirada sudamericana, entre curiosa y perpleja, hay dos lecciones puntuales para empezar a anotar:
1) En lo individual, el caso Yang Sun: tremendo campeón de natación, con dos récord olímpicos y quien ascendió al mismo tiempo al podio de las agencias de publicidad. Tres sponsors sumaron ofertas por US$ 18 millones. Una gaseosa, una marca de zapatillas y una láctea. La mirada sudamericana fantaseó, como por reflejo condicionado, dos decisiones posibles: emigrará Yang hacia algún país rico, donde depositará sus dólares siguiendo el camino de tanto futbolista, rugbier o basquetbolista destacado del Sur; o Beijing incautará el dinero y prohibirá la salida al nadador. La solución, en cambio, aún sorprende por lo razonable y equitativa: el dinero se lo reparten en tres la Federación China de Natación, que financió la carrera de Yang y de otros miles de niños, y seguirá haciéndolo; el equipo olímpico chino, por un espíritu solidario que aquí conocimos cuando Diego Maradona dispuso que su caché especial se repartiera con sus compañeros; y por último, claro, el propio Yang Sun.
2) En lo social, el deporte para todos. En general, la mirada sudamericana del siglo XXI ve la inclusión social como clave para su desarrollo. Entonces adquieren relieve las ideas deportivas chinas. En 1995 se aprobó una pionera Ley de Cultura Física y un Plan de Fortalecimiento Físico de Todo el Pueblo. Y ahora, por el boom del fútbol, el presidente Hu Jintao refirió el desafío clave: que las masas lo aprueben, se apropien de él, lo hagan suyo. En los ’70, un astro del fútbol del Brasil, Didí, popularizó como DT un consejo: “Joga bonito, el gol llega solo”. Si viviera para asomarse a China, diría: “Joguemos todos, las medallas llegan solas”.
PUBLICAR COMENTARIOS