Las relaciones sino- latinoamericanas según Ferrer
El economista argentino Aldo Ferrer participó del reciente encuentro “Caminos progresistas para el desarrollo y la integración regional”, realizado en el Instituto Lula de San Pablo, y comentó varios aspectos sobre la relación de América Latina y China. Su texto fue difundido por el sitio www.surysurnet y Dang Dai seleccionó aquí algunos de sus comentarios. “En China –escribe el hoy embajador argentino en Francia- y otros países emergentes de Asia, el dinamismo de sus economías obedece, precisamente, a que no se han sometido al canon ni al Estado neoliberal”. Y también: “Los latinoamericanos no tenemos, al menos todavía, mayor influencia en la resolución de los problemas del orden global. Sin embargo, disponemos de una capacidad decisiva para determinar si estamos, en ese orden, ejerciendo nuestro derecho al desarrollo o nos resignamos a reproducir nuestra histórica condición periférica”.
“Lo que está en crisis en la actualidad no es la globalización, que es una consecuencia inevitable del avance de la ciencia y la tecnología. La crisis es del neoliberalismo y de los estados neoliberales, cuya impotencia para administrar las fuerzas de la globalización provoca descalabros, como los que hemos vivido en nuestra propia experiencia y suceden, actualmente, en otras latitudes.
“En China y otros países emergentes de Asia, el dinamismo de sus economías obedece, precisamente, a que no se han sometido al canon ni al Estado neoliberal. Prevalecen en estos países estados nacionales, capaces de administrar la globalización e impulsar el desarrollo. Las turbulencias y asimetrías en el orden mundial contemporáneo reflejan la coexistencia de “estados nacionales” en los países emergentes y “estados neoliberales” en el antiguo centro hegemónico.
“Los latinoamericanos no tenemos, al menos todavía, mayor influencia en la resolución de los problemas del orden global. Sin embargo, disponemos de una capacidad decisiva para determinar si estamos, en ese orden, ejerciendo nuestro derecho al desa-rrollo o nos resignamos a reproducir nuestra histórica condición periférica.
“Administrar la globalización es una condición necesaria para desplegar el potencial de desarrollo de nuestros países y ocupar una posición simétrica, no subordinada, en las relaciones internacionales. Para tales fines es imprescindible la gobernabilidad de la economía. “Todos los países que despliegan exitosamente su potencial de desarrollo dentro del orden global mantienen una fuerte solvencia fiscal, superávit en sus balances de pagos en cuenta corriente, elevadas reservas internacionales genuinas no fundadas en deuda, sistemas monetarios asentados en la moneda nacional, tipos de cambio que sustentan la rentabilidad de la producción de bienes transables sujetos a la competencia internacional.
“La emergencia de China, y otros nuevos centros dinámicos en la economía mundial, es un hecho positivo porque amplía las fronteras de la proyección internacional de América latina. “Pero plantea el riesgo de reactivar el antiguo modelo centro-periferia que, en el pasado, nos subordinó a la situación de proveedores de productos primarios e importadores de manufacturas y capitales.
“Es necesario avanzar, simultáneamente, en los tres planos de integración: construir, a partir de la fortaleza de las densidades nacionales, una densidad bilateral, mercosureña y sudamericana, fundada en la inclusión social, la eficacia de los liderazgos, la consolidación de la democracia y el pensamiento crítico. Cada país tiene la globalización y la integración que se merece, en virtud de la fortaleza de su densidad nacional”.
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