Yin Hengmin: detrás del comercio, la cultura
En su número 5, de reciente aparición, la revista Dang Dai entrevistó al embajador de la República Popular China en Argentina, Yin Hengmin. Para el diplomático, habrá más esfuerzos y presupuesto para fomentar el vínculo cultural, que viene creciendo de la mano del intercambio comercial entre los dos países. Según Yin, el comercio “siempre derrama conocimiento. El desarrollo de lazos bilaterales contribuye al intercambio cultural. Con el comercio crecen las inversiones, en ambos sentidos, y aumenta la necesidad de cooperación y de entendimiento”. En Leer más, la entrevista completa.
Detrás del comercio, la cultura
Por Néstor Restivo
Vienen Lang Lang o Tao Fan a lucirse en el Colón, y va la porteña Ingrid Fliter y hace lo propio en el Centro Nacional de Artes Escénicas, el famoso “Huevo” vecino a Plaza Tiananmen. Vinos mendocinos y salteños conquistan China, y la gastronomía de ese país cada vez se degusta más en Argentina. Miles de chinos se asoman maravillados a las cataratas del Iguazú o a las bellezas patagónicas e igual sucede, cada vez con mayor frecuencia, entre argentinos que viajan por las grandes urbes chinas o por Xi’an o el Tíbet. Y mientras tres mil argentinos estudian mandarín, en China ya se dicta español en 30 universidades.
El embajador en Buenos Aires, Yin Hengmin, de 59 años, nacido en Jiangsu, se entusiasma con el creciente intercambio cultural en el año del 40° aniversario del establecimiento de lazos diplomáticos bilaterales. Habla de los institutos Confucio que hay en el país. Y sabe que películas de Daniel Burman o de Sebastián Borensztein, entre otros directores, se ven en Beijing o Shanghai gracias a la labor de sus pares diplomáticos argentinos, el equipo que encabeza el embajador Gustavo Martino, como que aquí vienen películas de Zhang Lu. Pero sabe que se podría hacer más.
La labor de los Confucio y del gobierno chino es vasta. Pero debe haber mucho más que mostrar de la cultura china…
Estamos satisfechos con el Confucio de La Plata y el ICUBA. Por cierto se podría hacer más. Hay obstáculos y limitaciones.
¿A qué obstáculos se refiere?
La lejanía y el costo de viajar. Para nosotros es mucho más barato viajar a Japón, Corea y otros países vecinos. Igual sucede con artistas argentinos. A futuro habrá más presupuesto. Nuestros países están en desarrollo y seguirán creciendo. Nesitamos más fondos para estas actividades.
¿Los tendrán los Confucio?
Hay una restricción presupuestaria. Pero los vínculos culturales se dan también por vías no oficiales.
¿Por ejemplo?
Los Confucio, entre otras labores, imparten enseñanza del mandarín. Pero reciben una proporción menor de la totalidad de argentinos que lo estudian. Y esos jóvenes no lo hacen sólo por curiosidad, sino pensándolo como opción de empleo en el futuro. Cada día se estrecha más la relación comercial y económica, más empresas vienen y van, y todos esos proyectos necesitan jóvenes para trabajar.
¿Se estudia más español en China?
También crece. Ya en la década de 1950 mi gobierno empezó a promoverlo en algunas universidades. Y hoy son más de 30 las que enseñan español. China envía estudiantes al exterior y subió el número de los que viajan a países hispanohablantes. Yo tuve mi propia experiencia cuando en la década de 1980 viajé becado a México. Ahí hay otro ejemplo de estímulos no oficiales. No todos, ni mucho menos, los alumnos chinos que hay en Argentina vienen becados por mi gobierno, vienen por cuenta propia y a estudiar tanto el idioma como otras muchas carreras. Hay centenares de ellos. Ese es un gran intercambio para el futuro.
¿Y comparado con otras lenguas extranjeras?
El inglés va primero. Y se estudia mucho japonés, ruso, francés. Pero el español se va expandiendo y es una gran oportunidad. Muchos dominan el inglés pero no tantos el español, y con el flujo de relaciones económicas con Hispanoamérica, esta es una gran puerta laboral para nuestros jóvenes.
¿El comercio necesariamente difunde cultura o puede desarrollarse sin ella?
Siempre derrama conocimiento. El desarrollo de lazos bilaterales contribuye al intercambio cultural. Con el comercio crecen las inversiones, en ambos sentidos, y aumenta la necesidad de cooperación y de entendimiento. Le doy un ejemplo. Algunas firmas chinas dedican parte de su tarea a hacer obras sociales. Por ejemplo la petrolera Sinopec hizo un centro cultural en la provincia de Santa Cruz.
¿Cuál cree que es la imagen “promedio” de China en Argentina?
Cada día en Argentina se conoce más a China, y viceversa. Cada uno tiene su propia imagen sobre un país extranjero. De China, en síntesis, citaría tres aspectos admirados que están en el imaginario argentino hoy: cultura milenaria, desarrollo y cómo esa expansión abrió oportunidades. China hoy es el primer destino de las exportaciones rurales argentinas, en especial soja y derivados; es su segundo socio comercial y es la tercera fuente de inversión extranjera. Hay muchos proyectos en marcha. Por otro lado, el conocimiento es insuficiente, pues si bien China creció mucho y es ya la segunda economía mundial, sigue siendo un país en desarrollo, con un gran desequilibro entre costa e interior y ciudades y campos. Esa otra cara de China se desconoce aquí.
¿Y la imagen de Argentina? ¿En qué piensa un chino cuando escucha ese nombre?
También debo hablar de un “promedio”. Pues quienes viajan aquí vienen de ciudades costeras. En el interior hay aún pobreza y atraso, menos posibilidades de acceder al conocimiento. Y además cada quien tiene su idea, su imagen de cualquier otro país. Dicho eso, mencionaría tres aspectos que enseguida vendrían a la mente: fútbol, tango y asado. Yo añadiría polo, cataratas del Iguazú y glaciar Perito Moreno (los chinos que ven esos lugares se maravillan) y ahora están empezando a venir turistas para conocer la Antártida desde Argentina.
¿Viajan más los chinos al exterior?
Sí, y hacia Argentina. Y podrían venir muchos más si se flexibilizara y facilitaran los trámites de visa. Es un tema que está complicado. Espero que mejore en 2013.
¿Pueden mejorar las normas de cada país para invertir y comerciar?
Hay firmas chinas que se quejan del marco legal, les cuesta adaptarse, los trámites son complicados y a veces, lentos. Pero el buen vínculo bilateral allana las cosas.
¿En China es más fácil?
El principal escollo es el idioma. En comparación, el número de empresarios chinos es mucho mayor aquí que al revés. Pero admito que los trámites jurídicos para instalarse allá también son complicados.
Primarización
¿El comercio bilateral primariza nuestra economía? ¿Cuál es su opinión?
Veamos el marco general. El volumen creció 2000 veces en estos 40 años. Y en 2011 el intercambio llegó a US$ 14.800 millones. Desde China vienen varias inversiones, hay cantidad de proyectos. Ahora, sobre la estructura comercial, Argentina sí concentró mucho sus ventas en soja. Pero el riesgo de primarización no es culpa de China, que está abierta y podría importar mucho más de Argentina y con alto valor agregado. De hecho ya compra carne, vino, lácteos y otros productos. Eso está abierto.
¿Cómo mejorar el perfil del comercio?
China no pone trabas, como sí hace Argentina. Estamos a favor de solucionar los problemas con diálogo y consultas. Y de aumentar ese flujo bilateral. Los empresarios argentinos necesitan conocer mejor nuestro mercado.
En 2011 China importó por US$ 1,7 billones de dólares, y de esa torta, esperamos que Argentina ocupe una porción mejor.
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