La gira de Cristina

18 enero, 2013

CFK en un agasajo de su par indonesio Susilo Yudhoyono, ayer en Jakarta.

La gira de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por diversos países de Asia se enmarca en un período de “enorme transformaciones de esa región lideradas por China”, dijo ayer por Radio Nacional el economista y consultor Gustavo Girado. De viaje, entre otros países, por Indonesia (segundo destino de las exportaciones argentinas en Asia luego de China) y Vietnam, CFK y su comitiva de ministros han firmado acuerdos en materia de cooperación agropecuaria, inversiones, energía nuclear y otras áreas. “Unas catorce naciones asiáticas crecen al ritmo de China”, sostuvo también para la Radio y para un programa de Hispan TV. Por otra parte, en un artículo para la revista de la Cámara Argentina-China, el también director de la consultora Asia y Argentina alude a la crisis global y su impacto tanto en la región asiática como el vínculo argentino-chino, que podría “desacelerar” los intercambios.

 


Por la Radio pública, Girado sostuvo que “en Asia Pacífico Argentina gana espacio como proveedor del complejo de oleaginosas y otros commodities, igual que otros países de América Latina con agro o minería, pero más allá de ello hay lo que algunos llaman `nichos” muy importantes como software, diseño textil, medicamentos, vinos, avances científicos en la industria láctea, es decir comercio con mucho más valor agregado. Si a eso se suma que hoy la producción industrial o manufacturera en China y en su región de influencia es muy diversa y distinta a la de potencias occidentales del pasado, es difícil aceptar la idea de que necesariamente vayamos a caer de nuevo en una relación de tipo dependiente y sólo como proveedores de materias primas. Depende de nosotros y también de, donde se pueda, negociar con China y con Asia en conjunto con otros países latinoamericanos.
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Por otro lado, en un artículo publicado recientemente en la revista Orientar, Girado analizó el escenario del país asiático y la crisis global en cuanto a sus implicancias para nuestra región. “No puede inferirse –dice Girado- una consecuencia lineal de la crisis en China. Históricamente, Argentina no pudo apropiarse de los beneficios del gran crecimiento (que fue teniendo China hasta ahora) pese a que las mejoras en las condiciones de vida promedio allí -y en sus vecinos- ya les permiten consumir o preferir consumir productos que no son de primera necesidad. Si bien es improbable (por el tipo de productos que le vendemos masivamente), nuestras ventas podrían afectarse si es que esa gigantesca aspiradora de materia prima alimenticia e industrial en que se convirtió, se desacelera”.

Debido –sostuvo- a que “sus principales socios comerciales (Japón, la UE y EE.UU., en ese orden) crecieron muy poco este año, y hasta redujeron el tamaño de sus economías, China también padece las consecuencias de la crisis. Además, la suba en el precio de las comodities del último quinquenio y los constantes inconvenientes medioambientales que la afectan parecen poner algún tipo de límite a su crecimiento. A aquellos problemas suelen considerárselos ‘daños colaterales’, como subproducto del proceso de desarrollo.

A esto se añade que hace un año, el fin de un turbulento 2011 afectó a las economías emergentes, y ni China ni Argentina están exentos de padecer los efectos de la crisis que escala desde la UE al resto del mundo. Sin embargo, y aún en ese contexto, la velocidad (ahora menor) del desarrollo chino prácticamente le asegura el primer puesto como exportador e importador de productos agrícolas”.

Señaló que China representa 80% del PBI del Asia Pacífico y por la crisis su crecimiento, aunque ello tiene un límite político (menos de 5,5 o 7%, según las fuentes, no podría sostener el sistema laboral).

“A esta altura, no puede inferirse una consecuencia lineal de la crisis en China. Históricamente, Argentina no pudo apropiarse de los beneficios del gran crecimiento mencionado, pese a que las mejoras en las condiciones de vida promedio allí (y en sus vecinos) ya les permiten consumir o preferir consumir productos que no son de primera necesidad. Si bien es improbable (por el tipo de productos que le vendemos masivamente), nuestras ventas podrían afectarse si es que esa gigantesca aspiradora de materia prima alimenticia e industrial en que se convirtió, se desacelera. La preocupación más sustentable aparece por el lado de nuestras compras, ya que si los mercados de destino de productos chinos se le achican, tendrá volúmenes importantes para volcar al mercado internacional. Si además se reduce su mercado interno, los excedentes serían aún mayores”, escribe Girado.

“Pero hay que señalar que China se ha convertido también en un importantísimo proveedor de Bienes de Capital y de sus Partes y Piezas (no sólo de Bs. de Consumo). Esto obedece, entre otros motivos, a que se acentuó la instalación de filiales de transnacionales en China, y por ello esas empresas de origen no asiático exportan desde ese continente con tecnología y know how ya conocido para nosotros, pero con la salvedad que ahora es de origen y procedencia oriental. Mientras se integra más al mundo y si la demanda de consumo en China se ralentiza, las exportaciones podrían ser de nuevo el objetivo de política pública prioritario”, agrega.

Para el autor, “si bien a primera vista los tiempos del vínculo bilateral parecen establecidos por la velocidad y rumbo de la crisis europea y norteamericana, que condicionan tanto flujos comerciales como inversiones globales, la relación entre Argentina y China es promisoria, creció y sorteó dificultades y, también, aspira a ganar en calidad. Hay señales auspiciosas. La disminución en la intensidad de los conflictos comerciales bilaterales, los avances con ciertos temas que implicaron largas negociaciones -que van de las inversiones argentinas en equipos de transporte con origen chino hasta los memorandos de entendimiento entre algún gobierno provincial argentino y empresas estatales chinas- y el afianzamiento de la relación bilateral en general, se cuentan entre los más importantes. Una menor actividad económica global no necesariamente tiene que torpedear estas iniciativas, ya que desde ambos lados los proyectos son de mediano y largo plazo”.
El vdeo de Hispan TV
Categorías: Política

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