Libros de Qiu Xiaolong y Tao Lin, en Argentina
Una nueva novela y un libro de relatos de autores chinos contemporáneos llegaron estos días a las librerías argentinas. Por un lado, Tusquets acaba de lanzar otra policial del ya conocido Qiu Xiaolong, esta vez el título Visado para Shanghai, otro de la saga del detective Chen Cao que cautiva a numerosos lectores y que sólo había aparecido en España. Y un nuevo sello, Dakota Editora, lanzó Hoy el cielo está azul y blanco con manchas azul brillante y una luna pálida y pequeña y voy a destruir nuestra relación hoy, de Tao Lin.
En Visado para Shanghai, Qiu (Seda roja, El caso Mao, Muerte de una heroína roja) vuelve a las investigaciones del inspector jefe Chen Cao, de la policía de Shanghai. Poeta y afiliado al PCCh, esta vez su pericia lo lleva a otros lugares de China y con el mismo escenario de trasfondo: la contradicción propia de una transición feroz como la que vive el país asiático entre un modelo comunista clásico y otro con más presencia del mercado y la modernidad de estilo occidental, de una sociedad pobre a otra más adinerada. Como en otras ocasiones, la novela arranca con la aparición de un cadáver horriblemente desfigurado en el parque Bund, un tópico de Shanghai. Chen deberá descubrir al asesino atribuido a las tríadas (mafias) con ayuda, esta vez, de una policía estadounidense que llega por un caso de tráfico ilegal de personas, pero las cosas, desde luego, se irán complicando.
En cuanto a Hoy el cielo…, la editora del suplemento ADN de La Nación, Verónica Chiaravalli, plantea que los relatos allí reunidos de Tao Lin, un hijo de taiwaneses que vive en Manhattan y se graduó en Periodismo en la Universidad de Nueva York ”causan efecto por acumulación. Frases cortas y secas van conformando el fresco de una sociedad extraña, hecha de familias disfuncionales de clase media, en una atmósfera de falso realismo que gradualmente vira a lo fantástico o a lo grotesco”.
Lin, agrega la crítica, describe con calculado desapego escenas perturbadoras, dolorosas o violentas. Sus personajes parecen escindidos de sus emociones u oprimidos por una angustia que los dejan sin palabras. Sus personajes parecen zombis.
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