“10.6.68” fue vendido el año pasado en 8,8 millones de dólares.

A los 92 años, retirado de la pintura, Zao Wou-ki vive el momento de mayor fama en su carrera, como resultado de diez años de interés creciente en su obra por parte de los coleccionistas chinos. Hace 15 años una pintura suya podía ser comprada en París por 50 mil dólares, pero ahora se están vendiendo en las subastas a más de un millón de dólares. El año pasado fue el artista más vendido, generando unos 90 millones de dólares, por arriba de sus contemporáneos Zeng Fanzhi y Zhang Xiaogang.

La nota en el Wall Street Journal