Debate sobre primarización

11 septiembre, 2012

Un interesante contrapunto se dio ayer sobre las relaciones comerciales chinas con el Cono Sur durante el seminario “La expansión económica de China y el Asia Pacífico. Los desafíos productivos y comerciales para la Argentina y el Mercosur”, que organizaron el CENES de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y la Fundación Friedrich Ebert, con auspicio del Plan Fénix. Mientras varios académicos ponderaron la relación estratégica con China, pero advirtiendo los riesgos de “primarización” de las economías regionales, el embajador brasileño en Buenos Aires, Enio Cordeiro, puso énfasis en las falencias que a su criterio están “en nuestros propios países” en materia de competitividad. 


“No todo es culpa de China”, sintetizó con una frase su posición Cordeiro. Analizó que “en toda Asia, pero en especial en China, hay una sobreoferta de bienes industriales” y que en parte por eso “90% de las exportaciones chinas a Brasil son manufacturas, en tanto 90% de las exportaciones de Brasil a China son materias primas, como soja o mineral de hierro, o pasta de madera o carnes, salvo la excepción de los aviones de Embraer”. Pero, dijo el diplomático, “no se trata de una reprimarización, ya que siempre nuestro comercio bilateral tuvo ese perfil, y seguirá así. En todo caso, China contribuye a ese proceso. Pero veamos nuestras responsabilidades”.

Para Cordeiro, China importa 70% de sus necesidades de bienes industriales (o sea, no es sólo importador neto de minerales y alimentos), por lo tanto “hay margen para entrar en su mercado con bienes con valor agregado, hay todo un mundo allí para aprender. El problema es que cerca de un 40% de sus importaciones de bienes con valor agregado las compra con los países de su región con los que tiene acuerdos comerciales. Es decir, hay una gran red a la que es difícil acceder, son casi 200 acuerdos de ese tipo”. Por lo tanto, según Cordeiro, el Cono Sur debería intensificar más su competitividad “bajando costos” y no sólo defenderse con suba de aranceles, sino aplicar mecanismos de “incentivos fiscales a sus empresas y de fomento de inversiones”, entre otros, para que sean más competitivas. Sólo así podría aprovechar más el mercado chino vendiendo no sólo commodities.

Analistas de ADIMRA (industriales metalúrgicos) participaron del evento y señalaron que “bajar costos” no es una alternativa viable, sino estrategias “de conjunto” por parte de América Latina y el Mercosur en particular. “Es notorio que China desplazó (en electrónicos, textiles, químicos) comercio que antes hacían Argentina y Brasil, y Brasil salió más perjudicado”, dijeron.

Los industriales criticaron el escaso valor que se agrega a las exportaciones latinoamericanas y aunque mostraron su apoyo a medidas de “comercio administrado” como el que aplica Argentina en medio de la crisis, pidieron políticas más activas y más coordinación regional y aprovechamiento de capacidades propias-regionales. “En bienes industriales tenemos un déficit que supera los 30.000 millones de dólares”, indicaron.

Más allá de la primarización, vieron como positivo que los términos del intercambio han mejorado para la región.

Desde la Cancillería, Pablo Grinspun también aludió a los riesgos del vínculo con China (dijo que el gobierno es conciente de que no se debe “repetir el patrón de espcialización” que tuvo Argentina en otros momentos de su historia y de que hay un déficit comercial que debe revertirse), aunque fue auspicios del lazo político y estratégico con China en diversos foros internacionales, a favor de mayor multipolaridad en la gobernanza mundial, y comentó los permanentes incentivos del gobierno en fomentar los lazos con Beijingo, poniendo como ejemplo una nueva misión de empresarios del Mercosur que viajarán en las próximas semanas al gigante asiático.

Del seminario participaron entre otros Marta Bekerman y Julio Sevares del CENES, Carlos Moneta (Universidad Tres de Febrero), Felix Peña (CARI) y Abraham Leonardo Gak (Plan Fénix), y en la apertura hablaron Alberto Barbieri (Decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA), el embajador Grinspun, director General del Mercosur en la Cancillería argentina y Achim Wachendorfer, director de la Fundación Ebert.

Además de los paneles, también se presentaron dos documentos de trabajo, uno del CENES y la Ebert y otro del CEPES (Obervatorio de Política Exterior Argentina) y la misma Fundación sobre, respectivamente, “La expansión económica de China. Desafíos para Argentina y el Mercosur” (de Bekerman, Federico Dulcich y Nicolás Moncaut) y “China y Argentina. Enfoques y recomendaciones de política para potenciar la relación bilateral” (de Sergio Cesarín).

En ambos casos de abarca la multiplicidad de variantes en el vínculo con China, los desafíos y oportunidades, la presencia creciente del comercio y las inversiones chinas en la región, los riesgos de vulnerabilidad del sector externo argentino y los problemas derivados del desvío de comercio, y cómo fue evolucionando entre Argentina, Brasil y China.

Categorías: Economía Negocios

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