El gerente general del Sofitel Arroyo, Phillipe Seigle, habla de las particularidades de los visitantes que llegan de China, sus exigencias en costumbres, menú y detalle de las habitaciones y explica cómo el hotel las atiende. Refiere, además, la comodidad que sienten en Buenos Aires por su aire parisino y su historia.

En 1929, Nicolás Mihanovich quiso construir el edificio más alto de Buenos Aires con la idea de ver partir los barcos hacia Colonia. Respetando su estilo neoclásico, el arquitecto Daniel Fernández lo convirtió en un Hotel cinco estrellas donde opera el Sofitel Arroyo desde 2002.

En 2011, fue nombrado por la cadena Accor  “el mejor Sofitel de las Américas”, nos cuenta con orgullo su Gerente General, Phillipe Seigle, nacido en Marruecos cuando aún pertenecía a Francia. Alguna vez pensó en seguir la carrera de diplomático, la de su padre, que le permitió conocer los 5 continentes desde muy joven, pero fue su abuela quien, en última instancia, le sugirió que la hotelería podría ser una buena forma de volcar sus experiencias en un trabajo creativo y gratificante.

Antes de Buenos Aires, Seigle tuvo una veintena de destinos, entre ellos México, donde aprendió a hablar español.

Dang Dai quiso saber qué características tiene el turista chino: “Los visitantes de Asia Pacífico, dice Seigle, en especial los chinos, son una clientela exigente, tienen un especial arraigo por su cultura. En principio, en el Sofitel hay una persona que habla perfecto chino mandarín y otros dos que lo están estudiando, obviamente los menúes están traducidos y recreamos sus habitaciones con todos los detalles que les son propios, como las batas y las pantuflas, entre otras muchas cosas”.

En cuanto al menú, el gerente explica que “la comida principal para los chinos es el desayuno y estamos constantemente atentos a las sugerencias de la colectividad que vive en Buenos Aires que nos sugieren la incorporación de tal o cual ingrediente”.

Sobre las consideraciones que el hotel tiene para recibir a los turistas chinos particularmente en Argentina, Seigle afirmó que “me animo a decirle que en este punto contamos con alguna ventaja en un mercado muy competitivo. El ciudadano chino adora la cultura y la historia francesas, y nuestra marca es de ese origen y el referente  en América latina con esas características es Buenos Aires, a una cuadra de la Embajada además… Buscan más lo histórico que lo moderno, y este edificio es el marco ideal para que vengan, porque todo lo construido con posterioridad se hizo respetando su estilo, ya que se trata de un monumento histórico protegido por el Gobierno de la Ciudad. La cadena Sofitel tiene 22 hoteles en China, conocemos sus preferencias y creo que debemos estar haciendo las cosas bien porque siempre vuelven…”