¿El mayor rascacielos del mundo en 90 días?
La fabricante de equipos de aire acondicionado Broad Group planea construir en Hunan, China, el rascacielos más alto del mundo en sólo tres meses, utilizando un sistema que emplea bloques prefabricados que encajan. Broad describe la técnica de construcción como la “mayor innovación de la historia de la humanidad” y la probó con un edificio de treinta pisos que construyó el año pasado en tan sólo quince días. La torre de Broad alcanzaría los 838 metros, diez metros más que el edificio que actualmente ocupa el primer puesto del mundo, el Burj Khalifa de Dubai. Mientras para levantar el Burj se tardaron casi seis años, Broad pretende construir su rascacielos de 220 plantas a un ritmo de unos dos pisos al día.
Desde que anunciara sus planes en junio, Broad ha tenido que hacer frente a numerosas dudas, como si obtendría la aprobación de las autoridades, la financiación para el proyecto y si cuenta con la suficiente experiencia para un proyecto tan ambicioso.
Zhang Yue, presidente de Broad, asegura que ya cuenta con el financiamiento y que los arquitectos ultiman los detalles del proyecto, que debería empezar a construirse en diciembre.
En opinión de un inversor local, parece improbable que el responsable del Partido Comunista de la provincia de Hunan, donde se encuentra la sede central de Broad, dé el visto bueno al proyecto, dado que hay muchos riesgos asociados a este tipo de construcción. Zhang, en cambio, no parece preocupado. “Seguro que obtendremos la autorización. Es sólo cuestión de tiempo”, declaró hace poco.
Zhang es uno de los empresarios chinos hechos a sí mismos que más éxitos ha cosechado en el país. Después de ver el derrumbe de muchos edificios durante el terremoto de Sichuan en 2008, que acabó con la vida de casi 70.000 personas, decidió que su verdadera vocación era la construcción.
“Ahora mismo hay muchos sectores que utilizan las últimas tecnologías. No es el caso de la construcción y eso es lo que queremos cambiar”, asegura el empresario.
Zhang cree que su técnica, además de revolucionaria, ayuda a reducir costes y disminuye el impacto medioambiental. El edificio, que contará con escuelas, hospitales, apartamentos y oficinas, estaría ubicado en Changsha, una ciudad del centro de China con una población de 7 millones de habitantes.
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