Weibo, la versión china de Twitter, no sólo se ha convertido en un canal que los chinos utilizan para expresarse a nivel político (algo imposible en el pasado), sino que para muchos ha sido un elemento transformador en sus vidas. Desde Shanghai, Duncan Hewitt cuenta algunas historias que ilustran los cambios: el hombre de negocios que evitó que decenas de perros terminen en el plato, la joven que recibió ayuda clínica para sanar sus quemaduras gracias a una campaña de Weibo, el activista que usa las redes sociales para lanzar campañas por un aire más limpio en Beijing, el artista que puede difundir sus graffitis sin que sean borrados, la mujer que utiliza las redes sociales para informar a las madres sobre los beneficios de la leche materna.

Feng Yongfeng, un activista que usa la red social para promover al aire más limpio en Beijing

La nota en BBC Mundo