Malena: Beijing busca una mayor independencia

12 julio, 2012

Por Gustavo Pallini

Cuando contaba con trece años, en 1979  su padre fue designado primer delegado militar argentino en la República Popular China, y Jorge Malena comenzó allí a estudiar el mandarín. De regreso a Argentina, se graduó como licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad Católica y es magíster de Política Internacional de Asia  Oriental con especialización en China, por la Escuela de Estudios Africanos y Orientales de la Universidad de Londres. En 2010 publicó el libro “China, la construcción de un país grande”, donde analiza la raíz profunda de un pueblo milenario lejos de los intereses de Estados Unidos y las potencias europeas. “China no quiere ser una superpotencia, sólo un país grande”, explica. Y el martes, ante un auditorio de empresarios argentinos nucleados en la Cámara que los agrupa, Malena habló de las “Perspectivas sobre la política interna y la política exterior de China”. Según el coordinador académico de Estudios sobre China contemporánea de la Universidad del Salvador, desde la crisis de  2008 China decidió ser “más contestatario diplomáticamente con EE.UU.”,  y por otra lado quiere “depender cada vez menos de las volatilidades internacionales y de la inversión directa extranjera. Para eso aumentó el gasto público y apuesta a un mercado interno cada vez más poderoso”, dijo, Por otro lado, un artículo de estos días de este prestigioso sinólogo puso la lupa sobre el tipo de relación comercial con Argentina.

 


 

Malena expuso ante los hombres de negocio las fortalezas y debilidades del gigante asiático. Entre las primeras, señaló, se encuentran los gestos que indican la “persistencia en el modelo de apertura económica y estabilidad política” que rige desde los años 70; “Xi Jinping (actual vice) sería el próximo presidente de China y garantizaría el mismo rumbo de los últimos años”, sostuvo.

Para el catedrático cordobés, es “muy positiva la fortaleza del Partido Comunista chino sobre el poder militar, así como también la relativa armonía de los 56 grupos étnicos, con algunas excepciones como en la zona del Tíbet”. Para superar las desigualdades regionales, China cuenta con un fuerte programa de inversiones que “sigue firme, apuntalando la idea del gobierno de sacar de la pobreza a los ciudadanos de zonas rurales que, de a poco, se incorporan a la clase media”.

Entre las debilidades del gigante asiático, Malena observa la creciente percepción sobre “hechos de corrupción” que tienen su “contrapartida positiva, porque el pueblo empieza a peticionar por sus derechos”. Asimismo, el creciente regionalismo podría ser un síntoma negativo que amenaza al poder central, estimó.

Malena consideró preocupante la “contradicción ideológica” entre el marxismo leninismo y la creciente apertura de la economía que vive China. En ese sentido expuso un dato interesante: el 40% de la economía china ya corresponde a la iniciativa privada y aporta el 55% del PBI.

Ante los empresarios, Malena respondió lo que muchos analistas internacionales se preguntan. ¿Qué pasaría si China vendiera los títulos de deuda de Estados Unidos? China es el mayor acreedor de EEUU, pero “no parece posible -dijo-que se llegue a ese punto. Lo que sí tenemos es un mundo más multipolar y una transición en el plano monetario. De hecho –recordó- China y Japón ya operan entre ellos con sus propias monedas. La tendencia es que los futuros intercambios se hagan con una canasta de monedas y que el dólar vaya perdiendo gradualmente su primacía, pero eso no será de un día para otro”.

Para Malena, lo que sí ocurre es que “desde la crisis de  2008 China decidió ser más contestatario diplomáticamente con EE.UU.,  y por otra lado quiere depender cada vez menos de las volatilidades internacionales y de las inversiones extranjeras directas. Para eso aumentó el gasto público y apuesta a un mercado interno cada vez más poderoso”.

En el aspecto económico, China ha dejado de ser un país autosuficiente en el sector energético y alimenticio, lo que la obliga a importar insumos en gran escala. Un punto que a Argentina interesa especialmente.

Justamente, en un artículo que escribió Malena en la última edición del semanario El Economista, el sinólogo pone la lupa sobre el tipo de relación que se puede ir forjando entre Argentina y China. La “asociación estratégica” conformada por los dos países en 2004 y ratificada este año –escribió- “presenta notas características propias de la vinculación primario exportadora (e importadora de capital y bienes industriales), que históricamente caracterizó las relaciones económicas de América Latina con Gran Bretaña primero (y los EE.UU. después), a partir de fines del Siglo XIX”. Para él, “en la Argentina y en otros países de América Latina la complementariedad económica mal administrada ha sido el pasaje a la dependencia estratégica”.

Categorías: Política

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