Puricelli citó el caso Hong Kong como ejemplo para Malvinas

5 julio, 2012

“La invasión de las Malvinas por parte de Reino Unido se produjo en 1833, la de Hong Kong en 1838, cinco años después; y China pudo recuperar Hong Kong en 1999 mediante vía diplomática. Nosotros queremos seguir ese camino para recuperar nuestras Malvinas”, dijo ayer en Beijing el ministro de Defensa argentino, Arturo Puricelli, en rueda de prensa. Puricelli está de viaje por China, firmó acuerdos militares (ver Dang Dai de ayer) y el martes disertó en la Universidad Nacional de la Defensa. Allí describió las coincidencias de las políticas argentina y china en materia de cooperación por la paz mundial y de reclamos de soberanía, como los que afrontaron ambas naciones por el pasado colonialista, que todavía subsiste en el caso de las Islas Malvinas. Entre otras cosas, Puricelli destacó “el incremento cuantitativo y cualitativo de la interacción con el Ministerio de Defensa Nacional y el Ejército de Liberación del Pueblo de la República Popular China. Además de la multiplicación de intercambios, visitas de orientación y un diálogo estratégico que se cristaliza hoy en la firma de un nuevo Memorandum de Entendimiento de Cooperación en Defensa, China se está convirtiendo en un importante socio de nuestra industria de defensa, a partir de los acuerdos entre las empresas de industria aérea FAdeA y CATIC, en materia de helicópteros”. La Embajada argentina en la República Popular hizo llegar a Dang Dai el texto completo de la disertación.

La noticia en Ámbito Financiero


UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA DEFENSA DE LA REPÚBLICA POPULAR CHINA

EXPOSICION DEL SR. MINISTRO DE DEFENSA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (Beijing, 3 de julio de 2012)

 

La Política de Defensa de la Argentina y su proyección internacional. La relación estratégica con la República Popular China.”

 

La República Argentina es un país de la América Meridional, octavo en el mundo por el tamaño de su superficie, donde una población de ascendencia heterogénea constituye una sociedad democrática y estable, que vive en en un territorio diverso por sus climas y orografía. País rico en recursos naturales de todo tipo, se trata de una economía en desarrollo, que ha dado muestras de fortaleza en estos años de turbulencia internacional, manteniendo sostenidos niveles de crecimiento y empleo.

Esta brevísima descripción de las características de la Argentina, intenta sintetizar todo lo que deben defender las Fuerzas Armadas de nuestro país, que no basan su planeamiento en hipótesis de conflicto y de guerra, sino en la generación de las capacidades necesarias para la defensa de ese patrimonio. Por ello, el Sistema de Defensa Nacional, siguiendo un modelo propio de modernización, que ha dado un salto cualitativo en los últimos años, se plantea a partir de una estrategia defensiva, basada en un esquema autónomo-cooperativo. Esto significa que nuestro planeamiento estratégico del instrumento militar procura alcanzar las capacidades propias adecuadas para la legítima defensa, al mismo tiempo que busca complementar esas capacidades mediante la cooperación bilateral y multilateral, contribuyendo también así a construir un escenario regional y en lo posible global donde se fomente la seguridad, la confianza mutua y la transparencia. En este sentido, nuestra Política Internacional de Defensa acompaña la Política Exterior argentina que propicia la mejor protección de los intereses nacionales, en un ambiente de paz, libertad y justicia, fortaleciendo las instituciones multilaterales y el derecho internacional.

En el marco de estos principios, nuestra Política Internacional de Defensa adopta como objetivos generales, en primer lugar, la promoción y consolidación de auténticas “zonas de paz” en los espacios geostratégicos prioritarios para nuestro país, como el que constituye América Latina, especialmente en el ámbito de UNASUR, promoviendo inclusive la progresiva construcción de un sistema subregional de defensa.

La Argentina también aboga ante la comunidad internacional por la preservación del Atlántico Sur como zona de paz, libre de armas de destrucción masiva, lo cual se torna una necesidad imperiosa dado que aún sufrimos la persistencia del colonialismo por parte de una potencia nuclear, que usurpa parte de nuestro territorio y pone en peligro la seguridad regional.

En contraste, los elementos constitutivos de nuestro Sistema de Defensa contribuyen a los esfuerzos tendientes al mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, fundados en el respeto del derecho internacional, el orden multilateral y el sistema de seguridad colectiva representado por las Naciones Unidas.

Estos objetivos de la Defensa Nacional, insertos en nuestro marco legal y que se han venido articulando a través de diferentes gobiernos democráticos, constituyen hoy una verdadera política de Estado que se sintetiza en los siguientes lineamientos:

  • Un modelo de inserción internacional en materia de Defensa que parte de una concepción, posicionamiento y actitud estratégica de naturaleza y carácter defensivo.

  • La vocación por la construcción de un esquema de defensa subregional, promoviendo la integración e interoperabilidad de los instrumentos de defensa de los países de la región, tanto en los niveles estratégico, doctrinario y operativo como en los ámbitos de la ciencia, la tecnología y la industria de defensa.

  • El compromiso y colaboración permanente con los esfuerzos multilaterales de paz y seguridad internacional, testimoniado por múltiples acciones que van desde la participación en operaciones de mantenimiento de la paz bajo mandato de las Naciones Unidas hasta la participación en los regímenes de no proliferación y control de la transferencia de material bélico y sensitivo.

  • Una arquitectura político-institucional a partir de la cual el Ministerio de Defensa desarrolla el relacionamiento político-estratégico e interagencial con sus contrapartes, así como planifica y supervisa la interacción de carácter técnico-profesional del Estado Mayor Conjunto y de las Fuerzas Armadas con sus pares extranjeros. En consecuencia, el vínculo y accionar militar internacional de nuestras Fuerzas Armadas se desarrolla en plena sintonía con las directivas que devienen de la Política de Defensa y la Política Exterior de la Nación.

La puesta en práctica de estos lineamientos se constata en las siguientes políticas:

  • La consolidación y el progreso cualitativo de la cooperación con las naciones de América Latina en general y Suramérica en particular. En esta línea, la política de defensa actual promueve:

a) un fluido diálogo estratégico del más alto nivel político y militar, y el funcionamiento efectivo y regular de mecanismos institucionales permanentes con la mayoría de los Ministerios y Fuerzas Armadas de la región, destacándose lo que se ha avanzado en el plano multilateral regional a partir de la constitución del Consejo de Defensa Suramericano (CDS) en 2009;

El establecimiento del CDS en el marco de la UNASUR conlleva el compromiso y el esfuerzo de los Estados miembros en pos de alcanzar una coordinación cada vez más estrecha entre sus sistemas de defensa y sus fuerzas armadas, sin menoscabo de la soberanía nacional y el derecho de autodeterminación de los países miembros. Ello en razón del convencimiento de sus dirigencias políticas y sus pueblos de que, ante la incertidumbre estratégica global y los vastos recursos regionales a defender, no hay posibilidades de plantear una defensa nacional efectiva sin concebirla en el marco de la cooperación y la complementación regional, en función de los intereses comunes de nuestros países. La creación por iniciativa argentina, en el marco del CDS, de un Centro de Estudios Estratégicos, apunta a consolidar ese pensamiento regional que se juzga necesario para desarrollar una identidad propia.

Asimismo, para que los países sudamericanos hagan respetar plenamente su soberanía nacional y su autonomía, es condición esencial que sean capaces de resolver por sí mismos los eventuales conflictos que se presenten en la región, y que incrementen y prioricen los mecanismos y actividades conjuntas intra-regionales. Este principio de soluciones regionales a los problemas regionales constituye un efectivo antídoto contra cualquier pretensión de intervencionismo y hegemonía por parte de potencias extra-regionales.

b) experiencias inéditas a nivel mundial de complementación e integración, como la Fuerza de Paz Binacional Combinada argentino-chilena “Cruz del Sur”, la Compañía de Ingenieros Combinada peruano-argentina General San Martín, y los proyectos de integración científica, tecnológica e industrial con Brasil en material de equipo terrestre, naval y aéreo;

c) la actualización de acuerdos bilaterales y la suscripción de nuevos acuerdos con países con los que no se registraban tales instrumentos, tendientes a estrechar las relaciones institucionales, las ejercitaciones e intercambios técnico profesionales de las Fuerzas Armadas argentinas con sus pares regionales, y el desarrollo de proyectos de complementación científica, tecnológica y de producción para la defensa;

d) la implementación de “programas de cooperación en defensa” con países amigos a los que la Argentina puede brindar asistencia técnico-militar o en temas especializados del ámbito de la defensa;

e) El empleo de recursos humanos y materiales de la defensa para asistencia humanitaria en caso de catástrofes y desastres naturales en países de la región.

Siguiendo estas políticas, en los últimos años se han suscripto acuerdos significativos y llevado a cabo acciones de intercambio y cooperación en Defensa con Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, así como se ha incrementado el relacionamiento con Guyana, Surinam, México, Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador.

  • El compromiso con iniciativas multilaterales regionales, contribuyentes al fortalecimiento de mecanismos de paz y seguridad internacional. En este marco, cabe mencionar la iniciativa de nuestro país para crear la Asociación Latinoamericana de Centros de Entrenamiento para Operaciones de Paz (ALCOPAZ); la participación activa en el mecanismo “2×9” de coordinación de los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Defensa de los países latinoamericanos participantes de la Misión de Naciones Unidas de Estabilización de Haití; el estatus de observador en la Conferencia de Fuerzas Armadas Centroamericanas (CFAC); y la presencia proactiva en la Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, desde donde se ha promovido la revisión de los componentes del Sistema Interamericano de Defensa.

  • En el ámbito extra regional, nuestra Política se focaliza en la contribución al mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, principalmente a través de dos vías: a) La profundización de relaciones bilaterales de cooperación e intercambio en defensa con naciones amigas, y b) la participación en foros destinados a la seguridad internacional y el aporte a las acciones multilaterales de paz materializadas por las operaciones de paz de las Naciones Unidas.

Respecto de esto último, la contribución ininterrumpida por más de cincuenta años a operaciones de mantenimiento de la paz bajo bandera de Naciones Unidas constituye una misión subsidiaria de nuestras Fuerzas Armadas, que han participado en más de treinta misiones a lo largo de su historia, desplegando más de cuarenta mil efectivos y siendo partícipes de varias misiones en la actualidad, incluyendo contingentes en UNFICYP (Chipre) y MINUSTAH (Haití).

  • En lo que hace a la relación con países amigos extra-regionales, buscamos profundizar los lazos de cooperación en defensa, profundizando el diálogo estratégico, los intercambios militares y la interacción científica, tecnológica e industrial.

Entre estas relaciones bilaterales, ocupa un lugar destacado el incremento cuantitativo y cualitativo de la interacción con el Ministerio de Defensa Nacional y el Ejército de Liberación del Pueblo de la República Popular China. Además de la multiplicación de intercambios, visitas de orientación y un diálogo estratégico que se cristaliza hoy en la firma de un nuevo Memorandum de Entendimiento de Cooperación en Defensa, China se está convirtiendo en un importante socio de nuestra industria de defensa, a partir de los acuerdos entre las empresas de industria aérea FAdeA y CATIC, en materia de helicópteros.

Pero creemos que existen fundamentos más que suficientes para el fortalecimiento de la relación estratégica de cooperación en defensa argentina-china.

En el Libro Blanco de Defensa de la RPC se lee que “China persigue una política de defensa nacional que es defensiva en su naturaleza” y que “promueve la construcción de un mundo armónico, disfrutando de una paz duradera y prosperidad común”. También enumera muy claramente los objetivos de la Política de Defensa nacional en esta nueva era, definidos como:

  • Salvaguardar la soberanía, la seguridad y el desarrollo nacional.

  • Mantener la armonía y la estabilidad social, sirviendo al pueblo.

  • Acelerar la modernización de la defensa nacional y las Fuerzas Armadas, con metas concretas de informatización para 2020.

  • El mantenimiento de la paz y la estabilidad mundial. China siempre apoya los nuevos conceptos de seguridad de confianza mutua, beneficio mutuo, igualdad y coordinación, aboga por la solución de las controversias internacionales y los asuntos regionales conflictivos  a través de medios pacíficos, se opone a recurrir al uso o amenaza del uso de la fuerza a voluntad, se opone a los actos de agresión y la expansión, y se opone a la hegemonía y a la política de poder de cualquier forma, según los Principios de Coexistencia Pacífica. En consonancia con los principios de ser justa, razonable, integral y equilibrada, China aboga por el desarme efectivo y el control de armas, y se esfuerza por mantener la estabilidad estratégica global.

Las coincidencias con la postura estratégica de la Argentina son prácticamente totales. Para concentrarnos en la Política Internacional de Defensa, como hemos dicho, nuestro país también hace de la cooperación internacional y de la contribución a la paz y la seguridad mundial, un componente esencial de su Política Exterior y de Defensa.

En este contexto, se advierte un gran potencial de cooperación bilateral, intercambiando personal e experiencias para mutuo beneficio en áreas como la formación de civiles y militares así como la capacitación técnico-militar, el fortalecimiento institucional del sector defensa, las operaciones de mantenimiento de la paz bajo mandato de las Naciones Unidas, las respectivas experiencias de cooperación regional, los ejercicios combinados y la modernización del instrumento militar. En este último aspecto, creemos que existe un amplio terreno fértil para profundizar la cooperación científica, tecnológica e industrial.

En efecto, como país en desarrollo, la Argentina requiere modernizar su instrumento militar para asegurarse de contar con las capacidades necesarias para su defensa nacional. En ese proceso, necesariamente gradual y compatible con las necesidades de desarrollo integral de la Nación, en primer lugar está abocada al fortalecimiento de sus capacidades industriales nacionales (como la Fábrica Argentina de Aviones o el Complejo Industrial Naval Argentino, para mencionar dos casos destacados). Asimismo, promueve la cooperación y el intercambio con países amigos, no sólo para proveerse del equipamiento necesario sino especialmente para establecer proyectos tecnológicos e industriales verdaderamente conjuntos, con transferencia de tecnología para el desarrollo de mantenimiento, el servicio técnico y hasta la futura producción local. Esto pensando no sólo en el abastecimiento de las Fuerzas Armadas Argentinas, sino también en la posibilidad de que sus instalaciones industriales se constituyan en plataforma de exportación o servicio para el mercado regional.

Para ello, estamos dispuestos a explorar un programa integral de cooperación en este campo, que nos lleve a suscribir un acuerdo de gobierno a gobierno en materia de ciencia, tecnología, producción y adquisición de bienes y servicios para la jurisdicción defensa, con garantía y financiamiento estatal.

Asimismo, desde ya dejamos sentado nuestro interés en profundizar el intercambio y la cooperación en áreas de alta tecnología, como la ciber-defensa y la aeroespacial, donde ambos países están desarrollando proyectos y son mundialmente reconocidos los elevados estándares que está alcanzando China.

 

Asimismo, no quiero dejar de recordar en este prestigioso foro que compartimos reivindicaciones de naturaleza similar por territorios que nos pertenecen históricamente. La RPC ya ha tenido la experiencia exitosa de una negociación por la recuperación de Hong Kong, no por casualidad usurpado por Gran Bretaña en 1838, cinco años después de que la misma potencia colonialista se había instalado, también por la fuerza, en nuestras Islas Malvinas. Como ustedes saben, la Argentina aboga en las Naciones Unidas y en todos los foros internacionales porque el Reino Unido cumpla con las resoluciones de la Asamblea General y del Comité de Descolonización, que insta a ambas partes a establecer negociaciones para solucionar esta disputa de soberanía.

Lamentablemente, pese a ello, ha persistido el incumplimiento británico no sólo de las resoluciones de Naciones Unidas que instan a la negociación bilateral, sino también de la disposición de no innovar, establecida en la Resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, llevando a cabo sucesivos actos unilaterales vinculados a la explotación de recursos naturales como pesca y petróleo. Asimismo, persiste la renuencia británica a reunirse en las instancias establecidas en los Acuerdos de Madrid de 1989-1990, firmados por ambos países para el restablecimiento de las relaciones bilaterales.

La Argentina considera preocupante la actual situación que puede devenir en riesgos para la seguridad regional. Por un lado, debido a la posibilidad de catástrofes ambientales como consecuencia de las actividades ilegales de exploración y eventual explotación de hidrocarburos por parte de empresas bajo licencia británica, y ante los conflictos que podría suscitar la incontrolada emisión unilateral de licencias de pesca; por otro lado, debido al registro de una creciente militarización de las Islas y sus aguas circundantes, incluyendo la falta de mecanismos de supervisión y control de la potencial introducción de sistemas de armas de destrucción masiva en la zona de paz suramericana.

No puedo dejar de reconocer, en relación con esta reivindicación, el invariable apoyo chino al reclamo de soberanía de la República Argentina en la Cuestión de las Islas Malvinas, así como a la reanudación de las negociaciones encaminadas a la solución pacífica y definitiva de la disputa de acuerdo con las resoluciones pertinentes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La experiencia china de negociación por la recuperación de Hong Kong significa para nosotros un relevante e ilustrativo precedente para el diálogo que esperamos poder desarrollar en un futuro no muy lejano respecto de las Islas Malvinas.

Al mismo tiempo, creo pertinente aprovechar mi presencia aquí para reafirmar la firme adhesión de la Argentina a la política de “una sola China” y su apoyo al desarrollo pacífico de las relaciones entre ambas orillas del Estrecho de Taiwán y a la reunificación pacífica de China. Quiera el destino que, en poco tiempo más, Argentina y China recuperen plenamente su integridad territorial. Que las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur se hallen bajo pabellón argentino, al mismo tiempo que el estratégico territorio insular de Taiwán se encuentre plenamente integrado a la República Popular China.

 

En definitiva, hoy venimos a profundizar el proceso de cooperación bilateral en defensa, en el marco de la relación estratégica establecida entre nuestros países a partir del 17 de noviembre de 2004, fecha en la que se suscribió el “Memorando de Entendimiento entre la República Argentina y la República Popular China sobre Cooperación en Materia de Comercio e Inversiones”, cuando el Presidente Hu Jintao visitó nuestro país, en reciprocidad de la visita del entonces Presidente de la República Argentina, Dr. Néstor Kirchner, a la República Popular China. A ello siguieron, entre otros jalones, el Memorando de Cooperación en Defensa suscrito entre ambos países en 2007, y los relevantes acuerdos firmados tanto en la visita a la RPC de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en julio de 2010, como en ocasión del reciente viaje a nuestro país del Sr. Primer Ministro chino Wen Jiabao.

La Argentina se halla en una etapa en la que queremos ampliar nuestro relacionamiento exterior, multiplicando nuestras capacidades defensivas tanto mediante la cooperación regional como a través de nuevas asociaciones estratégicas. En el entendimiento de que con China compartimos significativos intereses comunes y complementarios, consideramos de suma importancia política y estratégica el Memorando de Entendimiento que hoy vamos a firmar con el Sr. Ministro de Defensa Nacional. Finalizado el periodo de vigencia de cinco años del Memorando original, que dio marco a un incremento considerable del diálogo y los intercambios en diversas áreas que hacen a la defensa, el documento que hoy suscribiremos es más que una simple renovación. Nuestra relación bilateral ha madurado y por eso este nuevo instrumento apunta a una profundización del diálogo de alto nivel y a la profundización cualitativa de la cooperación en defensa, incluyendo áreas de relevancia estratégica como la educación, la ciencia, la tecnología y la industria de defensa. Es decir, estamos dando una clara muestra de nuestra vocación conjunta por la cooperación y la amistad sino-argentina a largo plazo, por lo que este nuevo Memorando ya no tiene una vigencia limitada. Por todo ello consideramos que hoy estamos marcando un nuevo punto de partida hacia la construcción de una verdadera asociación estratégica bilateral de cooperación en defensa.

En síntesis, como lo evidencia la reciente visita del Primer Ministro Wen Jiabao a mi país, la Argentina y China ya son socios estratégicos con significativos proyectos de trabajo conjunto en diversas áreas políticas y económicas. Nuestra presencia aquí tiene por objete acometer el desafío de profundizar también la relación en materia de defensa, sustentada en los intereses compartidos, la complementariedad bilateral y el anhelo común de contribuir a la paz y la seguridad internacional.

En un mundo en plena transformación, donde la misma crisis puede convertirse en una oportunidad, la Argentina apunta a consolidar nuevas relaciones de defensa con China, con quien compartimos desde la concepción estratégica defensiva de nuestros instrumentos militares hasta una visión cooperativa de la seguridad internacional. Ustedes hablan del objetivo de construir una sociedad armónica en un mundo armónico. Sin duda, pueden contar con la Argentina para ello.

Muchas gracias.

 

 

 

Categorías: Política

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