Durante una videoconferencia organizada desde Buenos Aires, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el primer ministro chino Wen Jiabao, más los jefes de Estado de Brasil y Uruguay, José Mujica y Dilma Rousseff, evaluaron ayer la posibilidad de firmar un acuerdo comercial entre el Mercosur y China. Wen visitó los tres países (hoy estará en Chile y luego regresa a Brasil) y señaló ayer en su último día en Argentina: “Queremos realizar estudios de factibilidad sobre el establecimiento de una zona de libre comercio entre China y Mercosur. Estamos dispuestos a iniciar un diálogo de cancilleres en el marco del Mercosur”. El año pasado, China exportó al Mercosur por 48.000 millones de dólares, 34% más que en 2010, e importó por 51.000 millones, 37,9% más (el superávit se explica por Brasil, ya que Argentina y Uruguay tuvieron pequeños déficit). Wen insistió en la intención de su país de “duplicar el intercambio comercial” con la región hasta 2016. Los países del Mercosur analizarán el tema en la cumbre de sus presidentes de este viernes, en Mendoza, abordándolo con optimismo pero también con prudencia: son negociaciones que suelen ser largas y es obvio que al Mercosur siempre le costó mucho pactar con socios externos. Por el golpe palaciego en Paraguay, que destituyó al presidente Fernando Lugo, ese país fue suspendido de la reunión. Justamente es el único de los cuatro del bloque sureño que no reconoce diplomáticamente a China, sino a Taiwán. Por lo tanto, un eventual Tratado de Libre Comercio con China no sería posible hoy con Paraguay como socio.

Ayer Cristina dijo que la propuesta china representa una “oportunidad histórica” para el Mercosur y se mostró confiada en llegar a acuerdos “que combinen los intereses de ambas partes”, a la vez que reclamó “no ser solamente productores de materias primas”.  Rousseff consideró prioritario estrechar la cooperación con China, en particular en un “escenario de crisis internacional, que parece extenderse”. “Es una estrategia para evitar que la crisis contamine a nuestros mercados y se extienda a nosotros”, apuntó. Y Mujica sostuvo: “El proyecto del Mercosur ni por asomo está terminado. Este desafío nos pone una especie de norte porque todos sabemos lo que significa China y no hay que disimularlo: es el gran comprador y el gran vendedor de nuestra época”, destacó, “pero deberá ser un acuerdo equitativo y compensatorio”.

Desde luego, los tres países saben que China es una oportunidad y también, sobre todo para los programas industrialistas de Brasil y Argentina, un riesgo de reprimarización. Quieren aprovechar la demanda china de materias primas, pero a la vez exportar más alimentos o minerales con más valor agregado.

Asimismo, la firma de acuerdos TLC no son para nada sencillas, menos cuando se trata de bloques. Pero la idea es comenzar a tener una mirada de conjunto desde el Mercosur a China, para aprovechar mejor escalas y coordinar acciones regionales, ya que la región también atraviesa por su mejor momento histórico de integración. También para China sería mejor negociar con un conjunto de países y no uno por uno. Todo está dado para eso, pero en el mejor de los casos llevará un tiempo largo de negociaciones-

En Sudamérica, China ya tiene TLC con países como Chile o Perú, pero son naciones que se sienten más “cómodas” como aportantes de commodities porque no han desarrollado una industria, como sí hicieron Brasil o Argentina.

En Mendoza, y sin el actual gobierno paraguayo, no reconocido por el resto de la región, se analizará el tema.