Se celebró el concurso “El Idioma Chino como Puente”
Foto: María Paula Pía (mapaula@gmail.com).
Se llevó a cabo la 11ª edición del concurso internacional “El Idioma Chino como Puente”. Resultaron vencedoras Pilar de Borbón y Rocío Camerlengo Demmler, quienes ganaron un viaje a China para asistir a las próximas etapas del certamen.
El evento, organizado por la Embajada de la República Popular China y los institutos Confucio, tuvo lugar en el Salón de Actos del anexo de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
La apertura estuvo a cargo del agregado cultural chino, Hang Mengtang, y el vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas, Luis Pérez Van Morlegan, y contó con la presencia de la codirectora del Instituto Confucio de la UBA, Lu Xiaoduan, y del Instituto Confucio de la UNLP, Huang Nan, el director del Centro Universitario de Idiomas, Roberto Villarruel, y la Secretaria General del Instituto Confucio UNLP, Andrea Pappier.
Pilar de Borbón y Rocío Camerlengo Demmler, ganadoras.
Foto: María Paula Pía (mapaula@gmail.com).
La distancia lingüística entre el español y el chino mandarín es gigantesca. En Occidente no han faltado pensadores que, al comprender las particularidades de algunas lenguas de China, han debido ensanchar su concepción de qué es un idioma. Abordar la empresa de aprender el idioma chino mandarín es lanzarse, navegando sobre la mente, a un desafío reservado para los más intrépidos y los más capaces. Y hay cientos de argentinos que se están animando a ese cruce de las grandes aguas.
Los estudiantes de chino en Argentina están alentados por el momento: en la última década Argentina estableció una relación de privilegio con una China que ha desplegado sus alas para volar muy alto en el concierto de las naciones. China se ha instalado económicamente como un socio mayor de nuestro país, lo que naturalmente abre la necesidad de entendimiento en diferentes esferas de la vida nacional. Ocho años después de que Argentina y China intercambiaran visitas presidenciales, entendernos hablando los idiomas mutuos, de pueblo a pueblo, empieza a ser una necesidad básica de la relación.
En ese escenario es que se lleva a cabo el concurso internacional “El Idioma Chino como Puente”, en el que estudiantes de toda Argentina compiten ofreciendo un discurso, contestando preguntas sobre el pasado y la actualidad de China y demostrando sus habilidades en algún arte tradicional chino.
El viernes 1º de junio participaron del concurso once universitarios de hasta 30 años, que nacieron y crecieron fuera de China, no hablaron el chino como lengua materna y certificaron el Nivel II del examen HSK. Estos estudiantes no sólo han encarado en sus vidas la portentosa aventura de aprender un idioma en principio extremo, sino que se atrevieron a exponerse mostrando lo que han aprendido, y más: compitiendo con otros. A quien ganara el desafío la llevaría aún más lejos: competir en China con los ganadores de otros países.
La 11ª edición del concurso fue organizada por la Embajada de la República Popular China y los institutos Confucio establecidos en Argentina, el de la Universidad de Buenos Aires y el de la Universidad de La Plata.
Para despejar dudas sobre la competitividad de las mujeres, ganaron el concurso Pilar de Borbón, de Mendoza, y Rocío Camerlengo Demmler, representando al Centro Universitario de Idiomas.
Con un cálido discurso, cargado de sentimientos de amistad, el agregado cultural Han Mengtang abrió el concurso recordando que él estuvo en la primera edición, en 2005, más tarde “me perdí tres ediciones, pero ahora volví, lo que me pone muy contento”. Enfatizó que este año se cumplen 40 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Argentina y la República Popular China, y citó a Confucio: “cuando se cumplen los 40 años, se alejan las perplejidades y uno se encamina hacia el perfeccionamiento de sí mismo. Las relaciones entre nuestros países entran en una nueva época, de cooperación para un mayor desarrollo”.
Han explicó que “en los últimos años vienen cada vez más estudiantes chinos a aprender español a la Argentina y más estudiantes argentinos se acercan a la cultura china”.
El diplomático mencionó que entre los dos institutos Confucio suman más de mil estudiantes de chino, a los que se le suman los alumnos de más de 30 instituciones que enseñan el idioma en diferentes ciudades del país.
“Mi voto de confianza a los concursantes”, les dijo enfáticamente a quienes se preparaban para competir. “Todos ustedes son mis campeones”.
En representación del Instituto Confucio de la UBA habló Luis Pérez Van Morlegan, vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas. Ante un público de más de doscientas personas el funcionario sostuvo que “el conocimiento aleja los malos entendidos. Conocer la cultura es un modo de aceptarse y enriquecerse”. Alentó a los participantes con el recuerdo de su viaje a China: “Cada esquina, cada negocio, cada persona que conocerán allá les revelará un país de enorme diversidad cultural e idiomática que ha hecho el enorme esfuerzo de trabajar todos juntos. Es un ejemplo que debemos aprender”. También anticipó que “verán el respeto a la autoridad y también el respeto por las demás personas”.
Además de los funcionarios de la embajada, estaban entre el público autoridades y docentes de establecimientos educativos. El director del Centro Universitario de Idiomas (CUI), Roberto Villarruel, detalló con datos de su institución el interés creciente por el idioma chino entre los argentinos. “El chino tiene, proporcionalmente, la mayor cantidad de inscriptos, y ha desplazado a idiomas tradicionales. Esto nos ha planteado un desafío que asumimos contratando profesores chinos nativos, mandando profesores argentinos a capacitarse en China y haciendo seminarios internos de actualización didáctica permanentemente”. En cuanto a la orientación pedagógica del CUI (que concentra cerca de 800 estudiantes de chino, la mayor cantidad en el país), Villarruel explicó que “nos interesa ante todo que nuestros alumnos puedan comunicarse. El conocimiento de la lengua china está enfocado en su uso pragmático”.
Para dar lugar a los participantes la conductora del evento, Li Ning, de la Agregaduría Cultural, dijo que “este momento del año es la época de cosecha. Hoy vamos a cosechar el aprendizaje del idioma chino”.
Durante la competencia, algunos estudiantes debieron sobreponerse heroicamente a su timidez, otros desplegaron histrionismo. Algunos hablaron con el esfuerzo de quien llega a la cima de una montaña, otros navegaron por las aguas del chino con la facilidad de una sombra.
En los discursos contaron por qué estudian chino, hablaron de Marco Polo, relataron sus estadías en China. Los actos artísticos convocaron canciones tradicionales y temas con instrumentos, actos de magia, tai chi chuan, danzas, caligrafía. Algunos participantes vestían atuendos tradicionales. Además de los porteños, llegaron de Mar del Plata, Mendoza, Rosario y Córdoba.
La mendocina Pilar de Borbón subió al escenario con un traje de seda rosa que pareció imprimirle el alma de una flor hecha de aire. Desde su delicadeza inmaterial fue desarrollando un discurso con una fuerza interna implacable, basada en un manejo asombroso del idioma chino. Más tarde, Rocío Camerlengo Demmler demostró cómo una chica argentina puede asumir el idioma chino como propio, y a la hora de las preguntas fue contundente, desarrollando cada respuesta como si le preguntaran por su país.
Las dos viajarán a China con todos los gastos pagados, por haber obtenido el primer y segundo puesto. Pilar participará en las instancias siguientes del certamen.
También hicieron el admirable esfuerzo de prepararse durante meses para participar del concurso Leonardo Javier Acevedo, Marcelo McKenna, Guillermo Cálice, José Pon, Mauro Leiva, José Ceccon, Lucía Virgilio, Agustín García y Guillermo Tell. Todos ellos recibieron el reconocimiento de largos aplausos. Y todos fueron campeones de Han Mengtang.
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