“Deseoso de alimentar su creciente apetito de energía, el atracón de compras de China de petróleo y otros activos energéticos a nivel mundial se está extendiendo a Norteamérica y Sudamérica”, asegura Steve Hargreaves en CNNexpansion.

“La mayoría de los analistas, continúa el artículo, dicen que el nuevo interés de China en la energía americana podría ser, de hecho, algo bueno para los consumidores de Estados Unidos, ya que es probable que aumente el suministro de petróleo y gas alrededor del mundo y posiblemente bajará los precios”.

La nota periodística repasa que PetroChina podría comprar una antigua refinería en Aruba y que China está interesada en construir un gasoducto para transportar 300,000 barriles diarios de petróleo colombiano hacia la costa del Pacífico, cuando ya se cerraron la compra por parte de CNOOC de una participación de 2,000 millones de dólares en los campos petroleros de Chesapeake en Texas en 2010, así como la adquisición por parte de CNOOC del operador canadiense de arenas petrolíferas OPTI Canada, en 2011 y de una empresa conjunta en propiedades canadienses de shale gas en poder de Encana, por parte de la China National Petroleum Corp.

La nota en CNNexpansion