Turismo, educación y municipios chinos: tal fue la síntesis de lo expuesto ayer por el ex cónsul en Shanghai, Miguel Velloso, durante el desayuno mensual de la Cámara Argentina-China de la Producción, el Comercio y la Industria. “Es un tema de escala, necesitamos mirar más a nivel municipios, no a China como un todo, y hay dos actividades que tienen gran potencial: servicios educativos y turísticos”, sostuvo.

Presentado por Carlos Spadone, presidente de la Cámara, quien valoró especialmente el apoyo que dio Velloso a las empresas argentinas durante su gestión de casi una década en Shanghai, el diplomático narró el crecimiento exponencial que tuvo el vínculo bilateral desde que a fines de los ’90 fue encomendado a instalar un Centro de Promoción argentino en la gran ciudad comercial china, cuando se desempeñaba en la Embajada en Japón, entonces a cargo de Alfredo Chiaradía.

Egresado del ISEN, miembro del CARI y del China Argentine Academic Council, así como ligado a universidades de Shanghai y Nanking y con una larga experiencia diplomática en Túnez, Bolivia, Grecia, Japón, China y la ex Yugoslavia, entre otros destinos, Velloso comparó dos momentos dramáticos e intensos de su carrera como la desintegración de las ex repúblicas yugoeslavas y, como contraposición, el milagroso crecimiento de China. “Cuando me encomendaron abrir el Centro de Promoción en Shanghai (el primero que tuvo Argentina en Asia, ahora hay otro en Nueva Delhi) había una colonia argentina de unas 400 personas y unas treinta empresas. Pero a partir de la década de 2000 fue expandiéndose notablemente la cantidad de misiones y firmas llegadas a China y Argentina debió hacer, e hizo, un gran trabajo que se mantiene hasta ahora”.

Velloso defendió la política exterior argentina en cuanto a lo comercial. “Si uno mira nuestros socios y nuestra balanza, está muy bien balanceada la relación comercial externa. Por otro lado mi generación de diplomáticos se formó en el contexto de la Guerra Fría. Debimos pues, luego, reciclarnos y comprender este nuevo mundo. Y viendo los resultados, creo que se hicieron bien las cosas”. Recordó que cuando en 1972 se establecieron relaciones diplomáticas con la República Popular, sólo había 4 millones de dólares de intercambio, “y en 2011 llegamos a 16.000 millones, o sea casi 30% de crecimiento anual, sobre todo en la última década”.

Al hablar de cómo mejorar la relación, reconoció que las exportaciones argentinas están muy concentradas en pocas empresas grandes, y entre ellas pesas las extranjeras. Por eso las Pymes y la diversificación debería venir a través de un “mayor vínculo con municipios chinos, no con China como un todo, por un tema de escala. Al principio, cuando llegué, muchos chinos no sabían nada de Argentina fuera de Maradona y el tango, incluso en una charla ubicaron imaginariamente a nuestro país en un mapa de África. Pero con el tiempo se hicieron muchas cosas y hoy hay nichos para aprovechar”. Vellos citó particularmente dos: servicios de turismo y de educación.

“Los chinos empezaron a salir de viajes, de turismo y negocios. Van a Asia, luego a Europa, luego a Norteamérica, y empiezan a reconocer Sudamérica. En 2011 vinieron a Argentina 25.000 turistas y ya viven aquí más de 100.000, que podrían ser consejeros y un puente”, expresó.

Y en materia universitaria, también habría demanda, aunque se debería trabajar más con universidades chinas y abrir campus con viviendas –sobre todo en universidades de las provincias argentinas del  interior- para atraer alumnado chino. “Países como Australia o Nueva Zelanda ya lo hacen y con éxito”, agregó.

Aquí se preguntó entonces por los problemas de visado para chinos, que Argentina restringe, en los casos no turísticos de corto plazo, a tener invitaciones. “Hay que reconocer que el sistema no funcionó bien, pero depende de Migraciones y del Ministerio del Interior. Sé que se está trabajando en reformar ese régimen. Ya lo hemos planteado muchas veces en Cancillería. Destrabarlo y flexibilizarlo mejoraría mucho las oportunidades de intercambio y mayor relacionamiento”, dijo.