ALADI lanza el Observatorio con Asia el 31 de mayo
El secretario general de la ALADI , Carlos Chacho Alvarez, confirmó ayer a Dang Dai que el 31 de mayo, en Montevideo, sede del organismo, se lanzará el Observatorio América Latina-Asia Pacífico. Presente en el lanzamiento de la Escuela sobre el mismo tema que abrió la Untref , Chacho confirmó que ese día la Asociación Latinoamericana de Integración, junto con la Cepal y la Corporación Andina de Fomento, pondrán en marcha ese Observatorio que “monitoreará las dinámicas y crecientes relaciones entre ambas regiones, que abre enormes posibilidades inclusive para nuestra propia integración y desarrollo, en el mejor momento histórico de América Latina”.
El director del Departamento Asia y Oceanía de Cancillería, Daniel Polsky, también informó a Dang Dai que la primera semana de junio los embajadores de la región volverán a verse en Montevideo para avanzar en la puesta en marcha del Observatorio.
Chacho explicó en el acto de la Untref (ver aparte) que la ALADI fue “opacada en los últimos años primero por Mercosur y luego por Unasur y la Celac , pero es la institución más antigua de la región en cuanto a integración y puede articular lo nuevo y lo viejo. Podemos además ser un puente hacia la nueva entidad Celac (histórica, porque por primera vez 33 países se unen en forma autónoma de EE.UU. y Canadá) ya que en ALADI somos una estructura menor, de 14 países, y podemos avanzar en acuerdos y agendas de trabajo previamente acordados”.
Luego abordó la relación con Asia Pacífico. “Es evidente el corrimiento del eje de la acumulación desde el Atlántico Norte al Asia Pacífico. Y es verificable la multipolaridad versus la bipolaridad o la unilateralidad de años atrás. Todo lo cual es auspicioso, aunque más complejo de abordar también, porque los escenarios Este-Oeste o Norte-Sur, aun con sus problemas, eran más previsibles”.
Sin embargo, dijo, esa mayor complejidad y dinamismo “encuentra a América Latina en su mejor momento. Nunca como ahora democracia, crecimiento, baja de la pobreza, autonomía relativa, más vocación integracionista se dieron en forma simultánea. Es verdad que tenemos problemas como la alta tasa de homicidio, la brecha de productividad y competitividad, la baja inversión en investigación y desarrollo o la desigualdad. Pero veamos la agenda del nuevo mundo: seguridad alimentaria, seguridad energética, cambio climático, armamentismo. Son todos temas donde América Latina está en una situación de dotación de recursos estratégicos y zona de paz inmejorables”.
En ese sentido, sostuvo que los vínculos con Asia abren oportunidades por diversos motivos: 1) La multilateralidad en marcha era lo que planteábamos versus las pretensiones unilaterales de la era Bush en EE.UU.”. 2) “El nuevo actor que surge, China, comparte muchas de nuestras ideas sobre cómo debería ser la reconfiguración del orden mundial. Ellos tienen su experiencia de unidad nacional, de unidad de sentido, no fueron un país colonialista. Por su historia es creíble que aspiran a la paz y al desarrollo. Desde luego habrá diferencias y tensiones en la implementación (entre ellas que son un poder centralizado y en nuestras democracias se alterna el poder), pero partimos de una base de coincidencias”.
3) Para el ex vicepresidente de la Nación Argentina , “también hay oportunidad porque hay un cambio comercial. Latinoamérica siempre había sufrido los términos del intercambio negativos (precios baratos por sus materias primas, precios caros por las manufacturas que importábamos), la vieja pelea que llevó adelante la Cepal bajo la impronta de Prebisch. Ahora esa relación de precios se invirtió. Y además el declive de Europa y EE.UU., nos acerca a Asia con esa nueva estructura de precios. No creo que eso primarice nuestras economías (quizá a Brasil, que tiene más industria). En todo caso los excedentes que nos deja ese tipo de vínculo comercial, al contrario, puede ayudarnos a formar nuestro propio perfil productivo”.
Luego Chacho Alvarez comentó que “Latinoamérica es una entidad cultural antes que nada, no logró constituirse aun en entidad política o económica. El Observatorio justamente monitoreará otros procesos de integración –europeos, asiáticos- pero sin copiar ni imitar. Veamos por ejemplo la crisis de la integración europea, pese a la soberbia con que muchas veces, en especial los españoles, nos querían imponer sus ideas”. Del caso chino, observó que “en la reciente crisis China fue muy responsable y ganó confianza de sus países vecinos, y fue integrando con armonía y en forma gradual, y sin pretensiones hegemónicas. Por eso ahora lo aceptan más Japón o Corea del Sur. Y creo que ese proceder chino, en sus relaciones ahora con América Latina, también nos ayudará a nuestra propia configuración como región integrada”.
China, dijo, finalmente, “es una civilización; si sigue emergiendo, podrá acelerar nuestro propia integración e identidad. Tiene una economía, además, complementaria a la nuestra. En definitiva, ha devuelto al debate a la geopolítica, porque nos obliga a pensar estratégicamente”.
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