La creciente clase media china y las oportunidades de negocios para Argentina
La especialista en China Mercedes Giuffré evalúa en esta nota el peso que puede significar para Argentina los 300 millones de consumidores de clase media en China, los que “conforman una fuerza global emergente que, en poco tiempo tendrá una triple presencia en Occidente”.
Por la Magíster en Filosofía y Ciencias Políticas y traductora Mercedes Giuffré, Directora del Centro de Estudios y Negocios con China, de la Universidad Nacional de Mar del Plata / mgiuffre@mdp.edu.ar
La asociación WLA (World Luxury Association) previó que China sustituirá a Japón como mayor consumidor mundial de artículos de lujo en 2012/14 y las ventas de estos productos llegarán a 14.600 millones de dólares debido a la creciente demanda en China y el descenso del consumo en Japón. El valor de las ventas de artículos de lujo en China entre febrero de 2010 y marzo de 2011 alcanzó los 10.700 millones de dólares. Esta es la “Nueva Clase Media Mundial (NCMCHM)”, compuesta por graduados universitarios y empresarios, cuya edad oscila entre 30 y 35 años, y sus ingresos van de 10.000 dólares a 60.000 dólares anuales. Surgieron hace 15 años, con las reformas de Deng Xiao Ping. Son alrededor de 300 millones, un 25% del total de la población de China. Conforman una fuerza global emergente que, en poco tiempo tendrá una triple presencia en Occidente: Inversores en el campo económico, consumidores de artículos suntuarios y competidores en el mercado laboral mundial.
En China, las carteras originales de Prada, Louis Vuitton, Gucci, Zapatos de Blanik, Louboutin, Choo, ropa de Burberrys, cueros italianos, I pods , I pads, son comprados haciendo cola en los negocios respectivos. En ninguna ciudad china que aspire al top level puede faltar una filial de Lous Vuitton. Las réplicas, son para exportación y para turistas.
Dentro de este esquema, Argentina debe encontrar nichos de mercado para exportar a China fundamentalmente productos suntuarios: Cuero y marroquinería, industria textil de excelencia con diseño agregado, joyas de diseño, delicatessen, vinos de alta gama, productos orgánicos, frutos de contraestación, software y servicios IT. También se deberá tener muy en cuenta la exportación de bienes vinculados a las industrias culturales; Films, música, telenovelas, tango y sus subproductos.
Pero hay otro nicho de mercado interesante: Servicios de peluquería, servicios de sastrería a medida, servicios estéticos. La mujer china es obsesiva con su apariencia, con su blanca y protegida piel, jamás toman sol, y cuidan muchísimo los detalles: uñas y pestañas postizas son obligatorias, y de la mejor calidad. Parece una simpleza, pero no lo es. Es un rubro más de servicios que estamos en condiciones de ofrecer los argentinos.
Según un informe realizado por Jim O’Neill, economista jefe de Goldman Sachs, hacia 2050, el 60% del PBI mundial dependerá de las clases medias. Argentina deberá estar posicionada para exportar a las mismas y a la CMCh: Clase media China.
Se estima que la CMCH en China está en una cifra aproximada alrededor de los 150 millones de personas, dependiendo del concepto de la renta de la CMCH. Si consideramos que para ser considerado de CMCH se necesitan alrededor de 9.000 dólares anuales en China, el país podría tener alrededor de 600 millones de miembros de la clase media para 2015. El China State Information Center, por el contrario, insiste en que aquellos que ganan 50.000 yuan ($ 6.227) por año, ya pertenecen a la CMCH , y calculan que un 25% de la población califica como CMCH en 2011.
Aproximadamente, un 13.5 % de la población de China ahora pertenece a la CMCH.
Podemos decir que los miembros de esta incipiente CMCH china, aún interactúan moderadamente con el Estado, por su limitada ambición política y escasa habilidad para instalarse como grupo de presión. Tampoco se reconocen como clase ni han desarrollado amplia y totalmente de manera política para defender sus intereses. A pesar de esto, a diferencia de obreros y campesinos, la CMCH tiene mayor acceso a recursos políticos, sociales y económicos. Pero el peso del Estado es fuerte y omnipresente, el recuerdo de Tienanmen 1989 frena, por el momento, toda confrontación con el Estado
En esta breve síntesis he argumentado que la creación de una clase media muy orientada al consumidor profesional ha sido uno de los objetivos estatales de las reformas económicas en los últimos años. Políticas públicas, las condiciones económicas y la asignación de recursos, han contribuido a la rápida alza en la movilidad socio-económica de los profesionales. Después de años de bajo rendimiento, el empleo público ha vuelto a la cima de la lista de deseos de los demandantes de empleo, mientras que la necesidad de impulsar el gasto de los consumidores y estimular el crecimiento económico, la búsqueda de la estabilidad social y política, y el deseo de fomentar una mayor burocracia eficiente y dinámica han convencido al Estado aumentar los salarios y mejorar las condiciones de los funcionarios y la profesionalización de su proceso de contratación.
Aquella China de sueldos misérrimos, ya no existe. Las inversiones financieras en inmobiliarias han creado millones de súper ricos que a medida que ascienden económicamente, ascienden en la búsqueda de objetos de excelencia suntuosa.
Argentina paralelamente con los commodities, debe prepararse para ofrecer productos suntuarios y servicios.
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