La obra de Fu en Nueva York, vista por un argentino
Un colaborador de Dang Dai en Nueva York, Ricardo Fernández Vidal, estuvo en el Metropolitan Museum of Art para visitar la muestra de Fu Baoshi, uno de los máximos exponentes de la tradicional pintura en tinta y papel. Aquí su nota:
Después de un siglo, al fin el Met le abrió sus puertas a un artista chino, con casi un centenar de pinturas en tinta y papel. Se trata de la obra de Fu Baoshi, un gran exponente de ese arte en el siglo XX, que así logra conocerse en un país americano. La exhibición estará abierta hasta el 15 de abril.
Fu comenzó, sobre todo, haciendo sellos en tinta roja, y la muestra del Metropolitan Museum of Art, uno de los más conocidos del mundo, en pleno Central Park, da cuenta de ello. Varios de los 90 trabajos aquí expuestos son aquellos sellos que aprendió a hacer, esculpidos en piedra, en uno de sus pocos viajes al exterior, a Japón.
Allí vivió un tiempo perfeccionando esa técnica y aprendiendo también pintura de paisaje, otro tópico central de su arte.
“Chinese Art in an Age of Revolution – Fu Baoshi (1904-1965)” (Arte chino en la Era de la Revolución – Fu Baoshi (1904-1965), tal el nombre de la exposición, con una colección principalmente integrada por obras provenientes del Museo de Arte de Nanjing.) se despliega por seis de las salas del Met, lo que indica la importancia que los curadores del Museo dieron a esta obra.
La mayoría de sus trabajos son largos rollos de papel donde en el centro está la pintura o dibujos con tinta. Los paisajes, sean montañas, cascadas, árboles de bamb, son los dominantes en la temática de Fu. De tanto en tanto aparece alguna persona adentro de su choza o caminando por las montañas. Y la lluvia es un elemento muy presente en muchos de sus cuadros, lo que les da un tono romántico y melancólico.
Varios de sus trabajos se inspiraron en la literatura y en especial en su poeta favorito, el famoso Qu Yuan, quien en la antigua China se suicidara atándose piedras y arrojándose a un río para ahogarse, al no ver concretado su sueño de unidad entre los reinos orientales. Inspirado en esa tragedia y en el poeta patriota, Fu tomó el nombre de “Baoshi”, que puede traducirse como “abrazando piedras”.
Fu fue un artista muy prolífico y su obra abarca distintas épocas, reflejadas en esta exhibición. Sus primeros años, como se dijo, se dedicó a los sellos, con marcada influencia japonesa por los casi tres años que vivió en Tokio; luego hay obras del período de guerra revolucionario hasta el triunfo de Mao Zedong en 1949, y también de los años maoístas hasta su muerte.
Muy activo en la política, durante el auge revolucionario empezó a usar muy marcadamente el color rojo, símbolo del comunismo, al que adhería, en la mayoría de sus obras. También en esos años fue profesor y escritor.
En la última etapa de su vida visitó varios países comunistas: la Unión Soviética, Checoslovaquia y Rumania, entre otros, y, pese a que la estética del realismo socialista nunca fue reflejada en su obra, pintó con su estilo escenas de las ciudades que
visitaba, como sobre algunas fábricas o una sobre un aeropuerto con aviones soviéticos que ahora se exhibe en Nueva York.
Se dice que Fu fue uno de los pintores favoritos de Mao. Ahora muchos chinos que pasean por o viven en la Gran Manzana están entre los visitantes más asiduos al Met para ver su obra, que atraviesa la historia del gigante asiático en el siglo XX.
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