Crónica de la despedida de un líder chino
La agencia Xinhua ofrece hoy un relato sobre la conferencia de prensa en la que ayer el primer ministro de China se reunió con los periodistas por última vez. “Esta es la última vez que me reúno con ustedes aquí (el Gran Palacio del Pueblo de Beijing) después de las sesiones políticas anuales”, dijo Wen con voz suave a unos 1.000 periodistas. La conferencia duraría tres horas, en las que el dirigente no evitaría reflexionar sobre su labor.
Wen Jiabao, 70 años de edad, sexto primer ministro de la República Popular China, estuvo nueve años en el cargo. Xinhua sostiene que “Wen y su gobierno promovieron un enfoque más equilibrado en el desarrollo de las zonas interiores de China y presentaron políticas consideradas más favorables para los grupos vulnerables. ‘La equidad y la justicia brillan más que el sol’, dijo Wen, al repetir una frase expresada hace dos años.
La nota destaca que Wen nació en una familia de maestros rurales, y como primer ministro pasó cada fiesta del Año Nuevo Lunar con mineros y agricultores de diversos lugares del país. La gente desplegada en el territorio chino fue siempre un tema para él. Antes de trabajar en el gobierno, había cubierto 1.800 distritos del total de 2.500 en todo el país.
En el momento de retirarse expresó su deseo de visitar Taiwan como turista y reiteró lo que dijo hace tres años: “Esta es la décima ocasión consecutiva en que hablo sobre el asunto de Taiwan en esta ocasión y cada vez que lo he hecho no ha sido fácil”. En el cargo Wen ha presenciado cómo se estrechaban las relaciones entre China y Taiwan.
Es probable que sea recordado por su sobrenombre “Abuelo Wen”. En una ocasión en que las lluvias torrenciales habían aislado a una parte de la población, se dirigió a los niños que sufrían la catástrofe: “Soy el abuelo Wen Jiabao. Desde luego que serán sacados y rescatados”. Ayer se recordó que ganó el sobrenombre en el terremoto de 2008 que devastó el distrito de Wenchuan, en Sichuan. Casi dos horas después del terremoto Wen iba en camino hacia la región.
En el pasaje del discurso que sería divulgado ayer instantáneamente por las agencias de noticias internacionales, Wen advirtió que en China podrían ocurrir nuevamente tragedias históricas como la Revolución Cultural si el país no impulsa la reforma política para acabar de raíz con los problemas de la sociedad. “Las reformas en China han llegado a una etapa crítica”, dijo. “La reforma sólo puede avanzar y no debe detenerse, mucho menos dar marcha atrás porque eso no ofrecería ninguna salida”.
Wen también expresó su deseo de que la gente lo olvide y que todas las cosas que ha hecho “caigan en el olvido cuando un día vaya a mi descanso eterno”.
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