Por Yin Hengmin, embajador de la República Popular China en Argentina

Artículo aparecido en el Nº2 de la revista Dang Dai con motivo de los 40 años del establecimiento de las relaciones entre China y Argentina.

Según el calendario lunar chino, 2012 es el Año del Dragón, animal mitológico que nuestros antepasados crearon combinando elementos de muchos animales reales. Durante unos 8000 años, su imagen cambió constantemente, pero siempre se caracterizó por la nobleza, la solemnidad y la gloria, no por la ferocidad ni el horror.

Con su  política de reforma y apertura, China obtuvo grandes y llamativos progresos. En 2010, su PBI ascendió a US$ 5,88 billones, ya es el segundo del mundo. Y es el mayor exportador y segundo mayor importador internacional. Solucionó con éxito el problema de alimentación de sus 1300 millones de habitantes. Pero somos conscientes de que enfrentamos grandes desafíos: seguimos en vías de desarrollo, con el PBI per cápita en el puesto 100 del ránking mundial, amplias brechas entre zonas urbanas y rurales y entre regiones, y múltiples problemas que obstaculizan el desarrollo equilibrado, armonioso y sostenible. Nos queda un largo y duro recorrido hacia la modernización integral.

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La actual crisis global también nos desafía en la notoria presión inflacionaria, las deudas de gobiernos locales, las dificultades de algunas pymes y las burbujas inmobiliarias. Sin embargo, todo es controlable y no vemos riesgo de “aterrizaje duro” gracias a medidas oportunas tomadas por nuestro gobierno.

China persevera en el camino de desarrollo pacífico y la promoción de la paz mundial del desarrollo compartido. Es tanto decisión estratégica de realizar la modernización y revitalización del país cuanto un gran aporte en pro de un mundo armonioso de paz duradera y prosperidad común.

Para las relaciones China-Argentina, el 2012 reviste de un significado especial: se celebra el 40° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas. El gran filósofo y pensador chino Confucio dijo, “A los 40 años se alejan las perplejidades”, es decir uno se desengaña y se encamina hacia el perfeccionamiento de sí mismo. En efecto, al pasar por el umbral del 40° aniversario, las relaciones sino-argentinas entran a una etapa nueva de madurez y estabilidad. Y se fortalece la confianza: Argentina siempre adhiere al principio de “Una Sola China” y China apoya en firme su reivindicación de las Islas Malvinas. La cooperación económica, el comercio bilateral y las inversiones chinas aquí obtuvieron importantes logros. Y en lo cultural, hoy ambos pueblos se conocen como nunca antes. En una palabra, hay una base muy sólida, espacios de cooperación muy amplios y un ambiente cooperativo muy agradable. Tengo plena confianza en que habrá en el futuro mayores progresos y mayores beneficios para ambos pueblos.

Por Yin Hengmin, embajador de la República Popular China en Argentina Artículo aparecido en el Nº2 de la revista Dang Dai con motivo de los 40 años del establecimiento de las relaciones entre China y Argentina. Según el calendario lunar chino, 2012 es el Año del Dragón, animal mitológico que nuestros antepasados crearon combinando elementos de muchos animales reales. Durante unos 8000 años, su imagen cambió constantemente, pero siempre se caracterizó por la nobleza, la solemnidad y la gloria, no por la ferocidad ni el horror. Con su  política de reforma y apertura, China obtuvo grandes y llamativos progresos. En
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