Con una colectividad de más de 100 mil chinos en Argentina, una relación económica sólida entre los dos países y un protagonismo creciente de China a nivel mundial, los argentinos estamos cada vez más cerca de la cultura de su pueblo. Año tras año ha crecido la concurrencia de porteños a las celebraciones del Año Nuevo que se llevan a cabo en el Barrio de Belgrano. Para quienes tengan el sentimiento de amistad que impulsa a compartir una fiesta presentamos un informe que refiere las principales costumbres relacionadas con la fecha.

En preparación del Año Nuevo es costumbre en China hacer una gran limpieza de la casa, colgar los “dísticos de primavera” (tres frases auspiciosas escritas en papel y pegadas en la puerta, una en cada lado y la otra en el dintel), la palabra fu al revés (propiciando que la felicidad llegue a la casa, porque la palabra “felicidad invertida” y la  palabra “llega la felicidad” se pronuncia igual en chino) y láminas de Año Nuevo, un arte pictórico específico para la celebración. También pegan en las ventanas recortes de papel conocidos como “flores de ventana”.

En Año Nuevo, comen niangao, el pastel hecho con con harina de arroz glutinoso o mijo, regalan a los niños dinero en un sobre rojo, encienden varillas de incienso en honor a los antepasados, instalan una ofrenda al Dios de la Cocina, tiran petardos

para ahuyentar a los demonios, las familias se reúnen para la cena de noche vieja y los días siguientes se visitan.

El informe en CNTV