Sueños a la conquista del espacio
China lanzó con éxito este martes una nave espacial sin tripulantes que intentará acoplarse con un módulo de prueba en órbita, lo que constituye un nuevo paso del programa destinado a dotarse de una estación espacial permanente hacia 2020, anunció la agencia Xinhua.
La nave Shenzhou VIII, que servirá de módulo de entrenamiento para las citas espaciales, fue propulsada al espacio esta madrugada desde la base de Jiuquan (noroeste), en el desierto de Gobi, dijo la información.
Una curiosidad de la iniciativa es que el transbordador lleva aproximadamente 43.000 sueños al espacio. De acuerdo a lo informado por medios locales, la nave lleva grabados en un chip buenos deseos en forma de texto y de vídeo. “Sueño con que no haya guerra en la Tierra y con que los seres humanos vivan en armonía con la naturaleza”, pide en uno de ellos un usuario de Internet llamado “ramo de olivo”, en alusión a la paz.
Los sueños y deseos fueron seleccionados entre 12 millones que llegaron a través de portales electrónicos, universidades y orfanatos. Algunos se centran en la exploración del espacio; otros piden que todos los niños puedan ir a la escuela o puedan vivir “con dignidad”.
“Deseo que todas las naves espaciales tengan la nueva función de recolectar basura en el espacio para reciclarla o destruirla”, dice uno de los participantes, según despacho de DPA.
“Utilicen la Luna para iluminar las calles”, desea otra en referencia a las amplias reservas del isótopo Helio 3 en el satélite terrestre. El Helio 3 podría ser utilizado en la generación de energía.
Una vez que el “Shenzhou 8” regrese a Tierra, todos los participantes “soñadores” podrán imprimir a modo de recuerdo un certificado, prometió el presidente del periódico oficial “China Space News”, Feng Chunping, organizador de la propuesta.
En cuanto al operativo espacial, el Shenzhou VIII se acoplará a Tiangong-1, un módulo de prueba lanzado el 29 de septiembre pasado, “los dos días siguientes al lanzamiento a una altitud de 343 km” para concretar el primer encuentro espacial, una tecnología crucial en la conquista del espacio.
En 2012, China efectuará otros acoplamientos con dos nuevas naves, sucesivamente Shenzhou IX y Shenzhou X, una de ellas tripulada.
Dos mujeres forman parte de los astronautas que se entrenan para esta misión, según la agencia, y serían las primeras chinas en volar al espacio.
China, como sucedió con su primer vuelo espacial tripulado, recupera su atraso tecnológico con relación a Estados Unidos y Rusia, reproduciendo experiencias llevadas a cabo por esos países en los años sesenta.
Por otra parte, Shenzhou VIII efectuará durante sus estadía espacial 17 experiencias diferentes en el ámbito de las ciencias de la vida y de la microgravedad dirigidas por investigadores chinos y alemanes.
“Es la primera vez que una cooperación internacional se lleva a cabo en el marco del programa de vuelo habitado chino en materia de ciencias de la vida en el espacio”, señaló Wu, citada por la agencia oficial.
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